La película terminó a la par que la cena. Las chicas se despidieron y se fueron en el auto de Vivi. Era viernes, así que no había necesidad de llevarse la camioneta.
Los chicos se quedaron lavando los platos, Zoro ayudaba a secarlos.
-Ten Zoro-
-Mhh-
-Toma Zoro-
-Hmm-
-Otro Zoro-
-Si-
-Zoro-
-Si-
-Uno mas Zoro-
-. . . y si me los das sin decir una palabra?- el escuchar repetidamente a Sanji decir su nombre empezaba a hacer que sus piernas perdieran fuerza.
-Jajajaja, te molesta?- Le gustaba decir su nombre, y quería aprovechar que no estaban insultandose para hacerlo.
-Pareces muy feliz- Por extraño que pareciera, estaba siguiendo el consejo de Nami de ahondar en los sentimientos del rubio.
-Que te puedo decir, hoy fue un día grandioso de principio a fin-
Zoro también se sintió feliz, le gustaba verlo así de alegre.
-Oi, que tienes en la cara- Sanji se secó las manos en el mandil, dejando un reducido espacio entre los dos para analizar lo que Zoro tenía pegado en la comisura de la boca.
-Comes como niño- le limpió la cara.
Zoro se quedó pasmado.
Al darse cuenta de lo que acababa de hacer, Sanji se alejó rápidamente.
-Vaya que es tarde- dijo exagerando un bostezo -Deberíamos ir a descansar. No tienes sueño? Yo tengo sueño- dijo presuroso.
-Vamos a mi habitación-
-EHHHH!?!?- gritó Sanji asustado
-A tomar algunas mantas para dormir, estupido!- respondió Zoro avergonzado dándose cuenta de lo mal que había sonado.
-Si, eso es lo que pensé, solo te molestaba, jajajaja- fingió reír, con evidente nerviosismo.
Al entrar al dormitorio de Zoro, se encontró con una colección de katanas.
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Binaria forma.
FanfictionAU Moderno. La familia Vinsmoke se encuentra bajo el cruel y estricto yugo de Judge padre, dueño de la mayor farmacéutica del país. Sanji sobrevive el día a día refugiándose en la música y el tabaco, con la esperanza de que su hermana mayor, Reiju...