Capítulo 33: Supplicando.

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Más que habitación de hospital parecía reunión de fin de semana. Ya que el juicio tenía preocupado a Sanji, sus amigos llevaron juegos de mesa para ayudarle a pasar el rato, ignorando tanto reglas como horarios de visita. Zoro discutía con Nami por hacer trampa cuando alguien llamó a la puerta.


        -Otra vez van a regañarnos, te dije que no gritaras, Zoro-


        -Pues deja de hacer trampa!- se quejó causando la risa de sus nakamas.


Anticipada a disculparse por el escándalo, Vivi abrió la puerta cerrándola instantáneamente al ver quien estaba del otro lado.


        -Pasa algo Vivi?-


La chica negó agitando la cabeza, cuando volvieron a tocar.


        -Ahora que?-


        -Que pesados-


        -No te preocupes Vivi, God Usopp se encarga de esto si ustedes se encargan de que Luffy no robe mis cartas. Oye Luffy! Deja eso, ya te vi!- dijo abriendo la puerta, solo para intentar cerrarla con la misma rapidez, siendo esta detenida por un pie.


        -Podrían dejar de cerrarme la puerta en la cara?- dijo Ichiji intentando controlar su enojo acomodando sus distintivos lentes de sol.

Todo sonido pareció evaporarse. En cuestión de segundos Luffy ya se había lanzado contra el pelirrojo.


        -Solo quiero hablar- dijo Ichiji apresurado sin intención alguna de evadir el golpe.


        -Luffy, detente!- pidió Sanji, logrando que este obedeciera estando su puño a escasos centímetros del rostro del mayor.


        -A solas. . . por favor- agregó sorprendiendo a todos con la docilidad de su tono.


        -Por que confiaríamos en ti? Estas demente!- dijo Nami poniendose de pie.


        -Es verdad- respondió.


        -Ay, por favor, no lo niegues, todos sabemos que. . . espera, qué dijiste?- cuestionó Usopp después de su presurosa acusación.


        -No estoy. . . Bien. Y no pido que confíen en mí- le costaba mantener esa actitud accesible -Sinceramente, yo tampoco lo hago. Por eso le pedí a mi doctor que me acompañe-

Ante la mención, un hombre enorme entró teniendo que agacharse para ello, y saludó amablemente. -Lamento la interrupción-


        -Como podrán notar, el Dr es más que capaz de contenerme en caso de que vuelva a. . . perder el control-


A pesar de la imponente presencia del amable sujeto, ninguno de los mugiwaras se sentían convencidos con la idea de dejarlos solos.


Binaria forma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora