Capítulo 14: Affannato.

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Al regresar a casa de Zoro, Sanji se quitó los zapatos, tirándose, boca abajo, en un sofá, estaba exhausto, tantas emociones, tan fuertes y tan seguidas, lo habían agotado, y el haber estado ocultando su cansancio, no había ayudado para nada.


        -¿Estás bien?- inquirió Zoro.


        -Cansado- fue lo único que obtuvo.


Era una respuesta creíble, el cocinero no estaba acostumbrado a socializar tanto. Generalmente vivía encerrado o evitando a los demás. Era nuevo en todo esto.


        -Quieres ver algo?- el peli verde intentaba ser amigable, despues del mal entendido en el ensayo, no podia soportar que el idiota tuviera esa idea de rivalidad.


No hubo respuesta.

Sanji estaba lastimado, y lo sabía bien. No conocía todos los detalles de su vida, y no necesitaba, había visto su reacción, lo había visto llorar. No podía dejar las cosas así. Decidió tragarse su orgullo.


        -Escucha, yo nunca he pensado que soy mejor que tu en nada-


Seguía sin respuesta.


        -La letra de la canción . . . bueno, es que al verte . . . lo que quiero decir. . .-


Esta vez Sanji se levantó soltando un tremendo bostezo, exagerado a propósito. Dejando ver que tenía los audífonos puestos y a buen volumen. Al notarlo, Zoro, irritado, se acercó a quitarle uno.


        -Intento decirte algo importante, por si no te habías dado cuenta-


        -Se que estas hablando, por eso subi el volumen. Lento-


El espadachín terminó por explotar.


        -Te crees muy gracioso?!-


        -No lo se, tu dime!-


        -Trato de ser amable pedaso de idiota-


        -Y como se que no vas a usarlo luego en mi contra?-


        -¡Si tan solo su paranoica alteza escuchara una maldita palabra de lo que tengo que decir en vez de asumir estupideces!-


        -Ah sí?! Pues su paranoica alteza no quiere discutir- respondió caminando hacia la salida.


        -¡A dónde demonios vas?!-


        -Voy a caminar, déjame en paz!- gritó saliendo rápidamente, logrando que sus audífonos se atoraran en la perilla de la puerta, causando un efecto resorte, con la furia que esta situación causa en todo ser humano, intentó liberarlos de un tirón, rompiendolos en el proceso. Se quedó parado junto a la puerta, apretando los puños.

Binaria forma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora