No hay escape

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Pero como todo fue imposible, él sostiene mis brazos ya que es lo único a lo que yo puedo controlar porque todo su cuerpo está arriba del mío haciendo que no pueda mover mis piernas.

— DEJAME SALIR — dije desesperada

Él sin decir nada solo comenzó a amarrar mis brazos a su cabecera y a ponerme el antifaz para no poder ver lo que me va a hacer.
Yo aún seguía luchando para safarme y salir de ahí pero de la nada solo siento que está bajando con sus labios a mi zona íntima y empieza a hacerme un oral lo cual paraliza todo mi cuerpo haciendo que deje de luchar.
Mi respiración empieza a acelerarse y comienzo a decirle que se detenga — Por favor — dije — No lo hagas más — dije agitada.

— No voy a parar porque se que lo estás disfrutando aunque digas que me detenga — contestó

Volvió a hacer el oral y de la nada solo siento como sube a mi cuello y después besa mis labios mientras comienza a meter su miembro adentro de mi.

— No me hagas daño, por favor — dije después de separarnos del beso

Steve me acaricia mi mejilla y me tapa la boca para comenzar a penetrarme demasiado duro haciendo solo que él sienta placer.
Yo empecé a quejarme del dolor y me quita su mano de mi boca para besarme mientras él sigue haciéndome daño.

*Nos separamos del beso y comencé a escuchar que empezó a gemir*

— Para — dije con la voz cortada — Me lastimas...

Él sin hacerme caso comenzó a hacer lo más rápido

— Dime qué siga Jennifer, necesito escucharlo — dijo demasiado excitado — Vamos

Yo sin responder a sus plegarias deje de intentar y solo accedí a todo.

(...............)

El tormento termino, me quitó el antifaz y me desamarro para poder estar libre de mis muñecas. Él ya tiene su boxer puesto y yo solo me pongo él vestido rojo.

— Esta noche fue increíble — dijo oliendo mi cabello nuevamente detrás de mi.

*Yo con lágrimas en mis mejillas intenté guardar la calma*

Solo lo mire con desprecio e intente salir del cuarto pero fue inútil ya que le puso seguro

— Déjame ir — dije tranquila

— No quiero que te vayas... Pero mi princesa tiene que trabajar mañana — dijo acercándose a la puerta con la llave

*Abrió la puerta*

Salí de la habitación y me fui directamente a la mía para poder darme un baño.
Entre a la regadera con todo y el vestido, me tire al suelo y comencé a llorar tratando de hacer que olvide todo lo que acaba de pasar.
¿Cómo mi vida se convirtió en esto? — me pregunté a mi misma. Hoy más que nunca se que estoy completamente sola.

(..................)

Día siguiente

*Llegué a la oficina*

— Buenos días señorita Stone — dijo Catalina

— Hola Catalina... Por favor avísale a Alondra y a Simon que tengo que hablar con ellos en la sala de juntas.

— En seguida

*Entre a la oficina*

Deje mis cosas y me fui al baño.

Me mire al espejo y me quite el saco para poder verme los moretones que tengo en los brazos. Lo de ayer fue horrible, tan horrible que tengo miedo que suceda pronto.

*Escucho que tocan la puerta de la oficina*

— Ahorita no Catalina — dije gritando

— Soy Alondra, Jennifer... Abre la puerta

Me puse enseguida el saco y me limpie las  lágrimas que salieron de mis ojos al verme y fui a abrir la puerta

— Ya iba para la sala de juntas, solo tenía que ir al baño — dije tratando de no mirarla ya que  Alondra me conoce tan bien que se dará cuenta de lo que me pasó en un instante.

— ¿Estas bien? — preguntó curiosa — Te noto algo rara

— No, para nada — dije tomando los muestrario de las telas de las  diferentes empresas para ver a quien se las compraremos

Alondra y yo nos fuimos a la sala de juntas y se que con lo que le dije en mi oficina no quedo del todo convencida.
Al entrar a la sala de juntas saludé a Simon y nos sentamos tranquilos para poder sacar los costos de la siguiente colección.

— Está colección va a estar fantástica Jennifer, mis diseños son impresionantes... Sinceramente son increíbles con las mejores tendencias para el año que viene.

— Que bueno Simon, me alegra escuchar eso... Entonces comencemos

(.......)

Al terminar la junta Alondra no me quitaba los ojos de encima y se que ella lo sabe pero quiere que se lo diga.

— Bueno, entonces me voy a mi taller a trabajar en los diseños — dijo Simon

*Nos dimos un abrazo y se fue*

Al momento en que Simon se fue Alondra empezó a aplaudir de la nada.

— Muy bien Jennifer, muy bien — dijo levantándose de su asiento

— ¿Ahora qué? — pregunté

— Tu sabes a lo que me refiero — dijo mirándome enojada — ¿Qué paso ayer con el imbécil de Steve? 

Pudimos haberlo tenido todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora