Estoy aburrida.
Debe ser eso. Estoy casi segura de que debe ser eso. Y si no es eso, pues... haré de cuenta que es aburrimiento.
Mi calendario y agenda están desocupados por esta semana. Mi cuerpo y mi mente están muy cansados por el trabajo que ya terminé, exitosamente y con grandes aplausos, debo agregar. Así que la decisión de tomarme una semana libre de todo, me pareció una buena idea.
Deseaba tener una semana libre solo para mí, en mi departamento, con la compañía de un enorme bote de helado y alguna temporada random que quisiera ver.
Le tocó a "How I Meet Your Mother" sabía que era una buena serie, me la venían comentando. Me gustaría conocer al elenco, pero eso sería casi imposible ya que están en otro continente. La mayoría de las series que veo son de Estados Unidos, así que aquí estoy, sentada en el sillón repitiendo algunos episodios que me parecieron entretenidos.
Me vi la serie completa...y me repetí el beso de Rachel Bilson con una chica como unas 500 veces. No siento culpa en absoluto.
Detesto a Ted...no por lo que solo no me gusta su personaje, sino por lo que me hace pensar.
Y ahora recuerdo lo mucho que me gusta estar ocupada con tantas cosas que hacer que ocupen mi cabeza. Tener cosas "realmente importantes" de las que preocuparme. Me gusta estar así porque... realmente odio tener que pensar.
Y ahora, en la soledad de mi departamento, con la boca envuelta de un sabor dulce, gracias al helado, y viendo una escena romántica de dos personas besándose y sonriendo... es que esos pensamientos, que tanto detesto, claman por aparecer.
Pauso el episodio y suspiro sintiéndolos.
Ahí está el malestar de nuevo, esa desazón, ese sentirse pesado y que todo cuesta. Pensar en el solo levantarse del sofá me parece la tarea más ardua que pueda haber, así que no lo hago, solo me recuesto en él mirando el techo blanco sobre mí.
No tengo nada de qué preocuparme, todo está bien en mi vida. Soy exitosa, tengo mucho dinero, tengo buenos amigos y personas que me quieren. Soy linda, inteligente, divertida y por sobre todo joven, lo que me da tiempo para seguirme equivocando o acertando en lo que sea, aún me queda tiempo.
La vida que muchos querrían, y está bien...no tengo realmente problemas, nada que me preocupe...pero yo sé que eso se puede traducir a "nada que realmente me importe" y eso es todo lo contrario de estar bien. Sentirse así de perdida no debe ser parte del "estar bien" espero que no.
Cierro mis ojos fuertemente, negándome a seguir por ese camino que me ofrecen mis pensamientos. He divagado por ahí antes y no obtuve buenos resultados, de hecho creo que obtuve los peores, y de verdad no quiero volver por allí.
Giro mi cabeza de lado y puedo ver lo brillante del televisor. Esa escena de dos personas sonriéndose con felicidad.
Ahí es cuando recuerdo que si tengo un "problema", un verdadero problema que tiene nombre y apellido. Y con solo recordar eso de repente, levantarme del sofá ya no es un dilema, es una necesidad.
Así que lo hago y no tardo en volver a él con mi notebook en mano. Le doy una rápida vista a mis redes sociales en la cual realmente no hay la gran cosa, y ya estoy donde quiero estar.
Mi "no amiga" Sana, alias "La Gran Sana" alias "La estrellita mimada del pop" alias "La de los cachetes bonitos y no necesariamente hablando de sus mejillas" alias "Nadie me dice Shiba" está realmente mucho más activa que yo en los medios estos días.
No la veo hace como 3 semanas. Aunque debo admitir que me paseo de forma recurrente entre sus noticias. Solo para saber en que anda y si no tubo un accidente automovilístico o fue internada en algún lugar. ¿Quién sabe?
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𝐋𝐄𝐓 𝐌𝐄 𝐆𝐎 ─── satzu
Fanfiction¡Por Dios! ¡Esto es insoportable! Detesto a la estrellita mimada del Pop, todo de ella es tan irritante. Y me desteto a mí por no saber como sacármela de la cabeza. ¿Cómo fue que sucedió esto? ¿Y hacia dónde me estoy dirigiendo ahora? No, claro que...