24. A Thousand Years (Parte 2)

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– Ya, vamos. Dímelo.

Debo admitir que es más perseverante de lo que creía. Me recuerda a algunos niños pequeños que he tenido el agrado de conocer.

Ya saben, esos niños... los que una duda los acompleja y no descansan hasta sacártela.

Luego de disfrutar del dichoso cóctel, el cual en mi opinión bien se merece unas 10 estrellas sobre 5, decidimos, ambas, que aún era muy temprano y que podíamos hacer lugar para el postre... el cual aún no pedimos.

Nos trasladamos desde el bar hasta una de las mesas del salón, las que estaban a un costado y tenían unos mullidos sillones negros. Con decir "cómodas" me quedo corta, pero así estábamos.

Mientras cenábamos me enteré de varias cosas. Cosas que algunos dirían que no tienen importancia, detalles. Pero son justamente esas cosas las que me interesan a mí.

Siempre me he considerado muy observadora, y Sana no es el tipo de personas sumamente prudente que no deja ver ciertas cosas, así que creo que fue, de alguna forma, muy productivo hablar sobre "tonterías".

Me enteré que quizás deba darle una segunda mirada a mis asuntos con Jungkook. Ella habló de él como yo hablaría de Tae, bueno, más o menos. Al parecer confía mucho en él y el chico tampoco las tiene fácil.

No es el tipo de persona que me agrade igual, pero quizás deba revisarlo y pensar.

No puedo decir lo mismo de Sowon. Aunque nuevamente Sana parece tener cierto tipo de cariño con su protectora, me ha contado algunas anécdotas de las cuales yo no estaría orgullosa, pero ella piensa que eso le da ferocidad y seguridad a su manager.

A mí me da cierta inseguridad. Es saber que me conviene andarme con cuidado y ese nunca es un sentimiento muy cómodo que digamos.

Me contó que Sowon se encargó de algunas de sus anteriores "chicas" dejándoles en claro las cuestiones cuando ella ya no quería saber más de la relación, y asegurándoles lo terrible que serían sus vidas si molestaban de cualquier forma a su estrellita.

En esa parte de la charla usamos las palabras más graciosas que se nos pudieron ocurrir a ambas porque faltaba poco para que le tirara un camarón en la frente con los roces.

No entiendo por qué ella no se puede encargar de sus asuntos personales por su cuenta. ¿Por qué tuvo que ser Sowon la que le haga entender a esas chicas que Sana no quería nada? ¿Por qué tiene que depender tanto de sus managers? ¿Por qué no defendió ninguna de sus relaciones?

¡¿Por qué no me defendió a mí?!

En fin, después de palabras como "Caca futí" "Ukelele" "Mandinga" y otras más para poner a raya nuestros enojos, Sana terminó el tema admitiendo que Sowon parecía tener una especie de rechazo especial hacia mí.

"La pones algo nerviosa" fue lo que dijo, sonriendo para ella.

Decidí que lo mejor era dejar ese asunto por esta noche y luego hablamos sobre algunos viajes en los próximos meses.

Y más o menos allí terminó la cena y fue cuando nuestro cantinero, Heechul, nos habló de los postres.

Ambas aceptamos, pero solo decidimos movernos a los sillones para estar más cómodas, y aquí estamos.

– Vamos TzuTzu, quiero saber.

– Me lo vas a sacar de todas formas, ¿verdad? – pregunto ya casi al borde de la resignación. Ella asiente.

Suspiro mientras saco los papeles del bolso nuevamente y les doy una ojeada rápida. Vuelvo mi vista a ella y me espera con una sonrisa.

– No es de amor, si es lo que crees.

𝐋𝐄𝐓 𝐌𝐄 𝐆𝐎 ─── satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora