06. Never Gonna Leave This Bed

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Siento sus dedos deslizándose con lentitud por mi abdomen, subiendo y bajando mientras yo respiro el dulce aroma de sus cabellos que se encuentran debajo de mi quijada.

Mi cabeza deja de mirar sus finos dedos en contraste con mi piel y se giran a la ventana.

No sé si sabe que sigo despierta, así que no me preocupo porque el movimiento de mi cuello me delate.

Ya he asimilado la idea de que quizás nunca la encuentre dormida a la par mía y en las últimas veces he intentado acompañarla en vela. Debo decir que debe de ser un motivo extremadamente importante para ella.

La he visto cansada y cabeceando, pero nunca se duerme, como si tuviera miedo al hacerlo. Yo no soy tan resistente... y tampoco tengo algo que realmente me motive a quedarme despierta por tanto tiempo.

El día a día me cansa. El trabajo, las entrevistas, las idas y venidas... las noches con ella y todo lo que hacemos, es realmente agotador... hay pocas cosas que disfruto tanto como caer dormida luego de un día duro y una noche placentera a su lado.

Si fuera por mí nunca dejaría esta cama, aquí a su lado, con ella acariciando mi abdomen, no encontrando nada más interesante que hacer que realmente nos tengamos que ir.

Creo que volveré a quedarme dormida, y es gracioso porque ya estamos casi en la mañana.

Y sé que quizás, cuando vuelva a abrir los ojos, ella ya no esté a mi lado... y eso estará bien. Así son las cosas...

Comienzo a creer que esa es la verdadera razón por la que ya no quiero caer dormida.

La luz matutina de la ventana comienza a desvanecerse y siento mis párpados pesados. Mi cuerpo se siente adormecido y realmente creo que estoy lista para partir a los brazos de Morfeo.

La imagen se vuelve oscura y...

"Toc, toc, toc"

Mis ojos vuelven a enfocar la ventana y por unos segundos todo es más claro. Noto también que sus caricias en mi vientre se han detenido.

Nos quedamos inmóviles por unos momentos y nuevamente escuchamos como alguien golpea con determinación la puerta.

Cierro los ojos con malestar e intento desperezarme un poco, ella ya se está sentando del otro lado cuando nuevamente vuelven a llamar a la puerta.

Son golpes impacientes y fuertes. Ambas nos miramos con curiosidad. Todavía es muy temprano y no estoy esperando a nadie. Tengo la agenda totalmente desocupada esta mañana y nadie sabe que dormí con una famosa cantante de origen japonés, nadie sabe que está aquí... así que...

¿Quién golpea tan prepotentemente?

Logro ponerme unos jeans que tomo del suelo y una campera azul, nada debajo de esta, los golpes en la puerta han comenzado a ponerme histérica y ganas de ponerme toda la ropa que debería ponerme, no tengo.

Me acerco al recibidor del departamento y veo por el mirador de la puerta. Reconozco al instante de quien se trata y vuelvo mi vista a Sana, esta me mira curiosa sin decir palabra.

Se supone que ella no está aquí y que es secreto, pero la persona que está del otro lado no tendría razón para venir a mi departamento de no ser por ella.

Abro la puerta luego de darle una señal de que está bien.

– ¿Dónde está? – me pregunta sin más mientras veo al chico poniendo sus puños sobre sus caderas en una posición de jarra y no puedo evitar sonreír con burla.

– ¿Dónde está quién? – pregunto acentuando mi sarcasmo. De repente ya me siento más despierta.

– ¿Dónde está mi novia? – me dice el príncipe azul en clara búsqueda de su princesa... la cual paso una muy majestuosa noche conmigo... ¿Yo vendría a ser...? ¿Lancelot?

𝐋𝐄𝐓 𝐌𝐄 𝐆𝐎 ─── satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora