21. No Light, No Light (Parte 2)

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Siento como mis facciones dejan de contrariarse a medida que entiendo las palabras que acabo de escuchar.

Sana aún me mira molesta, pero cada segundo que pasa y analiza mi mirada comienza a ablandar también sus facciones, parece perpleja de haber dicho lo que dijo. Su rostro ahora se muestra arrepentido y es cuando finalmente caigo en cuenta de la gravedad del asunto.

Giro mi cara al frente velozmente, aún sin entenderlo todo, pero de repente me siento indefensa y vulnerable, nerviosa.

Esto no está pasando.

Es imposible. 

No, no, no. Se supone que este tipo de cosas están a salvo ¡Estaban a salvo! ¡Nadie sabe estas cosas! ¡Es privado!

¡Son mis cosas! ¡Mis problemas!

Siento como se aprieta mi mandíbula y mi mente amenaza con saturarse.

¿Cómo es posible?

¿Por qué?

¿Por qué de todas las personas tiene que ser justamente ella? ¿Por qué ella?

– Hey, TzuTzu, escucha. Yo no quise... no iba a decir eso...

Pero su voz se escucha tan de fondo. Quiero salir de aquí, me siento totalmente avergonzada y expuesta ¡Ante ella!

– Lo siento, eso estuvo terrible – admite lentamente – No debí...

– ¿Cómo...? – alcanzo a decir, pero siento mi propia voz algo débil. Debo calmarme, no es la gran cosa, quizás no sepa nada y solo... no lo sé.

– Yo tampoco sé como. Sowon simplemente me habló de ti un día, de cosas que ella creía que no sabía y debía saber...

– ¿Qué sabes?

– Nada, nada – se apresura se apresura en contestar, la miro de reojo antes de volver a poner mi vista al frente.

Le toma unos momentos pero parece entender que no puede decir solamente eso luego de lo que lanzó.

– Ella me dijo, ammm... – se aclara la garganta – Que frecuentas unos especialistas... conocidos, y que tienen fama de tratar a sus pacientes con drogas... que te obligan a ir...

– No es cierto – digo finalmente encarándola. Aún parece incómoda por la situación que generó.

– No es que le crea... o no me importe. No iba a decir nada de esto, estaba molesta y... lo lamento. Sé que son cosas privadas y...

– ¡Lo son! – la interrumpo y siento irme en ira – ¡Y no es nada que te concierna! ¡No son tus asuntos! ¡No puedo creer que metieras tus narices en estas cosas!

– ¡No lo hice! Ella simplemente vino y me lo contó, yo no quería...

– ¡Y seguramente te tapaste los oídos y le dijiste que no! – le grito acentuando aún más mi enojo, ella solo me mira.

Tengo que calmarme.

Gruño intentando controlar lo que siento.

¡Maldita sea!

Me esforcé porque esto quedara en silencio, todos se esforzaron para que esto quedara en silencio.

¿Pero así son estas cosas, verdad? ¡Gajes del oficio!

¡Yo no elegí nada de esto!

Tengo que calmarme, intentar relajarme...

– Lo siento...

– Cállate... – le contesto aún intentando respirar ampliamente – Solo... cállate.

Pasan algunos minutos que para mí son una eternidad hasta que finalmente siento que ya estoy calmada de nuevo... o algo así.

𝐋𝐄𝐓 𝐌𝐄 𝐆𝐎 ─── satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora