Solo tuve que firmar la playera del enorme tipo con un cariñoso corazón y un "Para Eddie" para que justamente Eddie me dejara pasar.
Ya terminó el desfile y siempre la seguridad se vuelve en esta estancia. Igual, aún no sé muy bien que hago tras bastidores. Se supone que con solo ver a cierta persona que estoy buscando ahora, sería suficiente como para moverme del otro lado de la ciudad.
¿Qué será esto que nos impulsa a veces a buscar a alguien especial en otros?
Como si estuviéramos interesados en alguien que suele amar las bufandas y el color rojo, y de repente, ¡Bum! Pleno interés en los modelos de invierno en tonos colorados.
Cualquier persona que lleve una bufanda roja se convierte en lo más próximo que tenemos a ese alguien especial y sentimos la necesidad de acercarnos.
Y más aún, imagínate que estás en una isla... una isla grande como es Australia, donde nadie lleva bufanda y el rojo no se ve mucho que digamos... juro que hasta sientes nostalgia del frío, y de repente, por sorpresa...
– No sabía que el itinerario de príncipes afeminados llegaban hasta Australia.
Veo la espalda de Jungkook hincharse pero no voltea a verme, solo unos segundos y sigue empacando sus cosas en su bolso.
Ahora me doy cuenta que soborné a un guardia solo para acercarme a ofender a uno de los modelos... quizás si deban mejorar más la seguridad.
– Shiba está muy lejos, como a un océano de distancia cuando poco – comento recordándolo. Es que es tan raro vernos a ambos juntos y que ella no esté de por medio.
– Mi agenda y la de mi novia no tiene por qué ser igual – comenta vagamente aún sin verme.
– Ciertamente.
Él cierra su bolso y se lo pone al hombro, gira hacia a un costado y se comienza a alejar.
– ¿Y qué haces aquí? – pregunto siguiéndolo unos cuantos pasos. Se detiene frente a un sofá donde puedo ver el estuche con su percha de lo que parece ser un traje.
– Trabajo.
– Sí, sí. Ya lo noté.
En efecto es un traje, ahora lo puedo ver mejor ya que lo sacó.
– Ya terminó el desfile, pensé que tu onda era más... casual.
– Lo es – contesta de mala gana, pero por lo menos me habla.
Se quita la camisa que lleva tirándola al sofá y se está desabrochando el panta...
– ¡¿Qué haces?! – me escandalizo mientras me volteo.
– Me visto.
– ¡Te estás desvistiendo, idiota!
– Sí... para vestirme. ¿O es que piensas que me pondré el traje encima de la ropa que usé para el desfile?
– ¡Claro que no! Pero podrías haber ido a un probador o algo.
– Este es el probador, aquí los modelos se visten y "desvisten"... la que está desubicada eres tú.
Él tiene un punto.
Espero unos minutos dada vuelta y cuando creo que ya le di tiempo, me volteo apenas. Ya está casi listo y se está abotonando la camisa blanca que eligió.
– Es muy formal. ¿Tienes otro evento? – indago, pero se detiene y ahora si levanta su mirada hacia mí.
Parece cansado y aún de mal humor, me levanta una ceja y espera. Yo me encojo de hombros.
ESTÁS LEYENDO
𝐋𝐄𝐓 𝐌𝐄 𝐆𝐎 ─── satzu
Fanfiction¡Por Dios! ¡Esto es insoportable! Detesto a la estrellita mimada del Pop, todo de ella es tan irritante. Y me desteto a mí por no saber como sacármela de la cabeza. ¿Cómo fue que sucedió esto? ¿Y hacia dónde me estoy dirigiendo ahora? No, claro que...