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—¿Estás seguro qué puedes hacer eso? No quiero que te sobrepases y termines lastimándote— Intervino Mark, observando a Yuta a través del espejo de la sala de ensayos.

—Estoy bien, no pesas mucho y es un paso que se hace sencillo si se practica lo suficiente— Su respuesta no fue lo suficiente para tranquilizar al menor, quien aún le miraba algo preocupado— Todo saldrá bien Markie, no te preocupes— Se acercó a él, revolviendo su cabello con cariño.

—No me quedará otra opción que confiar en ti— Sonrió de lado, acomodando su cabello cuando paró de agitarlo— ¿Crees que les gustará?— Preguntó curioso mientras se sentaba en el suelo, limpiando el sudor de su frente con una toalla.

—Yo creo que sí, hemos estado trabajando mucho en esto— Suspiró dejándose caer a su lado, mirando hacia el techo— Sólo nos quedan un par de horas para perfeccionar todo.

—Hoy no se duerme Yu— Declaró, poniéndose en pie mientras tomaba la mano del mayor para ayudarle a levantar.

Hacía un par de semanas atrás, Yuta y Mark habían sido invitados a un programa de baile, no era un programa de competición, sino que cada semana los nuevos invitados tenían que mostrar su potencial en una coreografía de dúos. 

Estuvieron pensándolo mucho, pero optaron por bailar "take your down" de Chris Brown. Eligieron esa porque, observando las anteriores actuaciones, nadie había realizado una canción lenta, y ellos querían darle ese toque sexy que ninguna persona se había atrevido a probar.

Contarían con dos bailarines extras, uno a cada lado de ellos. Tuvieron relativamente poco tiempo para cuadrar todo, dado que estuvieron al unísono con presentaciones del comeback.

A escasos minutos de subir al escenario, Mark se removía inquieto, de un extremo a otro, Yuta, preocupado de verle en ese estado y que le pudiese salir algo mal a la hora de mostrar lo que habían estado ensayando por tantas horas seguidas sin parar, decidió calmarlo.

—Mark— Agarró sus hombros, dejándole delante suya, haciendo algo de fuerza en esa zona para tranquilizarle— Tranquilo, ¿sí? Estará todo bien— El contrario únicamente asintió, apoyando su cabeza sobre el hombro que tan acostumbrado estaba a besar o a rodear.

Permanecieron así hasta que le dieron la señal de que podían subir. Mark no se pudo resistir a dar un suave apretón en la mano de su acompañante, mostrándole una sonrisa amplia. A decir verdad, los nervios se habían conseguido dispersar.

La sincronía de los bailarines y de ellos se notó desde los primeros segundos en el que las luces se encendieron y les enfocaron totalmente. Además de la coreografía, se habían repartido varios versos para cantar, dejando el estribillo para mostrar la coreografía sin sus voces.

La primera parte icónica, y que sin duda marcó la diferencia, fue cuando Mark tomó asiento en una de las sillas del decorado del escenario, inclinando su cuello hacía atrás, y viendo al mayor detrás suyo, quien apoyando una mano en su hombro y rozando sus labios, tomó paso hacia delante, agarrando la mano del adverso para incorporarle.

Casi llegando al final, se miraron en sintonía, Mark quedando frente a Yuta, siendo el mayor quien le agarró de la barbilla por un segundo en lo que descendía. El menor se encontraba tumbado en el suelo mientras el adverso seguía de pie. Para finalizar, Yuta apoyó las manos a cada lado de su cabeza, rozando levemente sus caderas, y le ayudó a incorporarse, tirando de él con algo de fuerza.

Dieron un toque especial para acabar, los bailarines haciendo la coreografía mientras Mark rapeaba un verso en lo que la voz de Yuta le acompañaba de fondo. Terminaron juntándose delante las cuatro personas partícipes de todo eso, los principales estando espalda con espalda.

El silencio abundó por, aproximadamente, dos segundos, antes que la estancia fuera cubierta de aplausos. El menor miró por un par de segundos a su compañero, dedicándole una de sus mejores sonrisa, satisfecho por el trabajo que habían realizado.

Se marcharon del escenario con Mark abrazando por la espalda a Yuta, ambos riendo, aún intentando recuperarse del esfuerzo físico que habían hecho.

Una vez estuvieron solos en el camerino, arreglándose para volver a casa, Yuta no se resistió a tirar de su novio para darle un beso desprevenido, siendo cortado por Mark que rió en sus labios.

—¿Crees que nos van a censurar?— Aquella pregunta provocó una sonora risa por parte del mayor.

—Más les vale que no por todo el trabajo que hemos hecho— Frunció el ceño, fingiendo molestia mientras ascendía las manos a su rostro.

Mark se inclinó hasta que sus labios se volvieron a juntar, rodeando su cuello para fundirse en él mientras se dejaba llevar por la manera en la que controlaba  el ritmo.

Quizás muchos no fueran conscientes del gran dúo que hacían, de la forma en la que se lograban conectar tan bien para todo, desde la sincronía en un baile hasta la hora de ponerse de acuerdo para marcar unas pautas o pasos. 

Y quizás ese día fuese el comienzo de muchos en donde serían invitados a programas para poder disfrutar de ellos, porque, sin lugar a dudas, debajo de la manga tenían muchas ideas y conceptos que podían probar. Una manera más de orgullecer a su grupo y a las personas que les seguían.

30 days 🍉YuMark🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora