30 days 🍉YuMark🍒

🍉28🍒

Mark miraba su móvil frustrado, Yuta al ver su ceño fruncido y sus labios con un pequeño puchero, rodeó sus hombros con el brazo, depositando un beso sobre su frente, para a continuación, dejarle otro sobre su cabello, aún estaba algo mojado y revuelto por la ducha que habían tomado juntos hace escasos minutos.

—Déjame a mi, no te preocupes— Apartó con cuidado las manos de su novio del móvil, tecleando él para poder buscar más resultados del lugar a donde querían ir— ¿Qué tal este? No importa si se va un poco del presupuesto, sólo serán dos días, tenemos que aprovecharlos bien— Alzó la cabeza para mirarle fijamente, esperando una respuesta. 

—¿Estás seguro? Aún tenemos que pagar el alquiler— Le observó en la misma posición que el contrario estaba.

—Claro que lo estoy, vamos bien de dinero y me van a dar un aumento en el trabajo, podemos pagarnos esto— Quitó la mano del móvil para dirigirla a la nariz de su novio, dando un suave toque con la punta del dedo— Venga, paguemos la reserva— Guiñó uno de sus ojos, separándose del mayor para ser él quien tome el teléfono y realizar la acción antes mencionada.

Mark se apoyó en su hombre, viéndole maniobrar mientras le echaba una mirada rápida de vez en cuando, tirándole algún beso o haciendo algún gesto que le hiciera reír, Yuta amaba ver su sonrisa, y si era él quien la causaba, no podía evitar sentirse algo más especial de lo normal.

—Tenemos que estar ahí mañana a las doce, así que hoy hay que dormir temprano— Se giró hacia el contrario, agarrando suavemente su nuca con una mano mientras que la otra reposaba en su mejilla, repartiendo caricias. Se acercó con suavidad para depositar un beso encima de sus labios que les hizo sonreír a la vez.

Habían terminado el segundo año de carrera en la universidad, y a pesar de que ya habían salido múltiples veces con sus amigos para festejarlo y tuvieran planes con estos para el futuro, querían celebrarlo también por su propia cuenta, recompensarse por ese tiempo de estrés y horas sin dormir por terminar trabajos, así que cuando Mark sugirió irse a un spa, la idea sonaba tan relajante que ninguno de los dos se opuso a esa sugerencia.

El lugar que había escogido Yuta era un hotel que contaba con sala de spa, jacuzzi, piscinas, saunas, y un sin fin de salas más para el entretenimiento del público. Y aunque el mayor indicó que debían dormir temprano, algo de nervios les comían por dentro, no eran la primera que iban a algún hotel juntos, previamente a eso habían tenido dos viajes por vacaciones, pero cada vez se hacía algo más común para ellos, y la idea no les desagradaba, en absoluto, sentían como su relación se iba volviendo cada vez un poco más estable y duradera, y eso era algo que les hacía inmensamente felices.

En la mañana, Yuta se encargó de conducir mientras Mark iba hablándole de temas variados, controlando el reproductor de la música, el contrario cada que tenía oportunidad le miraba, sonriendo de lado por la emoción y alegría que desprendía su novio cuando le contaba algo nuevo o que le hacía ilusión.

Les tomó cosa de dos horas y medias llegar al lugar, y nada más bajarse del vehículo, fue el menor quien tomó de la mano al adverso, tirando de él hacia dentro sin poder contener su ganas por empezar esas pequeñas vacaciones.

Tras registrarse en la recepción y recibir la llave de su dormitorio, dejaron el equipaje en la habitación, cambiándose para ir hacia la piscina.

—Según me he enterado, las de dentro son los jacuzzi y las de fuera las normales— Explicó Yuta mientras jugueteaba con la mano que tenía agarrada, meciéndola en lo que caminaban por el pasillo.

—Creo que el jacuzzi es mejor ir mañana, dicen que por la noche no suelen ir casi personas, estaría bien ir a esa hora— Sugirió atravesando las puertas con cristales de colores que les llevaban hasta el jardín trasero donde una amplia piscina era el mayor espacio ocupado.