30 days 🍉YuMark🍒

🍉27🍒

—Esto está mal— La expresión dudosa de Mark, que iba en el asiento del copiloto, le indicaba a Yuta que este aún no había terminado de decir si era correcto o no lo que harían.

—¿Qué más da? Ya enfrentaremos las consecuencias luego— Intervino Jaehyun, quien iba en el asiento de atrás controlando la música que sonaba en el reproductor.

Los tres chicos trabajaban en un estudio de música. Jaehyun era uno de los encargados de la producción y mezcla de las pistas, Mark era quien escribía las letras de todas las canciones que salían de ese pequeño lugar, mientras que Yuta se encargaba de componer la base, estaba más especializado en el piano, pero poco a poco fue probando otros estilos y maneras de hacerlo.

Para el lunes tenían que entregar dos nuevas canciones, eran para un joven talento que hacía poco se había unido a su equipo. Apenas llevaban nada, e incluso, era mucho decir que la canción estaba compuesta al 10%, y en vez de quedarse trasnochando en el estudio como en muchas ocasiones solían hacer, Yuta y Jaehyun optaron por irse desde el viernes hasta el domingo por la noche a la playa.

Mark era el responsable de cuidar y encaminar por un buen lado a ese trío, donde en muchas ocasiones les agarraba del cuello de la camiseta por si se iban a pasar de la raya con algo, pero esta vez le resultó imposible. Unos días en la playa sonaban tan tentadores para despejarse de todo el estrés que el trabajo le hacía tener, porque lo que realmente no se negó, sin embargo, tampoco aceptó del todo.

Cualquiera que estuviera en la misma posición que Jaehyun, no hubiera querido ir al saber que los otros dos chicos eran pareja, y aunque Jaehyun al principio de su relación pensó que sobraría ahí y sería incómodo, realmente nada cambió para ellos. Incluso, el hecho de que sus mejores amigos fueran novios le abrió una puerta más para burlarse de ellos, sobretodo de Mark, a quien picarle era más fácil y, por supuesto, más divertido.

Mark optó por suspirar, recostándose en el asiento mientras miraba por la ventanilla. No pudieron reservar alguna habitación de hotel o apartamento dado que iban muy justos de tiempo, pero el tío de Jaehyun accedió a dejarles su casa de verano. El se conocía la zona de memoria, era muy común para él ir a veranear ahí.

Una hora más tarde, aparcaron detrás de la casa, bajándose y tomando sus equipajes, que aunque no traían muchas cosas, algo si que llevaban para poder pasar los días sin tener que moverse mucho.

Jaehyun se encargó del alcohol y los dulces, mientras que Mark y Yuta optaron por escoger lo que comerían, y entre los tres se aseguraron de que no faltase nada. Una vez sus pertenencias estuvieron acomodadas en donde debían, y se repartieron las habitaciones, decidieron irse a la playa.

Tenían suerte que el tío de Jaehyun viviera en un lugar poco transitado, y la playa estuviera prácticamente vacía. Su tarde transcurrió de esa manera, de la casa a la playa y viceversa, para buscar algo de comida y bebida. A la hora de que anocheciera, ya aseados, cada uno descansaba en una hamaca con una copa de vino en la mano, conversando de varios temas que no tenían demasiada importancia, mientras la música del altavoz de Yuta inundaba sus oídos.

—Dios, cuanto necesitaba esto, como siguiera dentro de cuatro paredes me iba a arrancar la cabeza— Murmuró Jaehyun, soltando un insulto en inglés, insulto que los otros dos chicos ya estaban acostumbrados a oír.

—Tengo que confesar que esto es un poco ridículo, porque nos va a caer la de Dios cuando lleguemos sin nada el lunes, pero no me quiero levantar de aquí—Mark rió, dando un trago a la copa mientras sentía su cuerpo relajarse.

—¿Sabéis lo que si es ridículo?— Intervino Jaehyun, sentándose sobre la hamaca y mirando hacia ambos chicos, quienes le observaban curioso— Lo que hay en las cajas del desván, vamos— Sugirió, con una amplia sonrisa que en cierto modo causaba un pequeño escalofrío en los otros, sin embargo, le siguieron sin rechistar.

Yuta sujetaba las escaleras plegables en las que estaba subido Jaehyun, buscando los artículos de los que hablaba entre tanto polvo y oscuridad.

—Recordarme después de esto comprar una linterna, la del móvil es una mierda— Se quejó, tosiendo por el polvo que le entró al bufar.

Mark rió, a veces Jaehyun resultaba poco inteligente cuando se enfadaba y se cegaba totalmente sin prestar atención a las cosas de su alrededor, aunque su risa cesó en cuanto Jaehyun le tiró una caja a la cabeza, si no hubiera estado atento a lo que estaba pasando, esta se hubiera ido al suelo junto a él.

—¡Ten cuidado animal!— Dió un pequeño golpe a la escalera, haciendo a Jaehyun insultarle mientras intentaba golpearle con una de sus piernas— Jaehyun quien se rió a continuación cuando la siguiente caja si le hizo caerse de culo al suelo.

—Listo— Bajó con ayuda de Yuta, quien observaba todo riendo. Se sacudió el polvo de la camisa y de sus manos, cogiendo una de las cajas que tenía Mark para que no perdiera el equilibro al bajar al salón.

Jaehyun iba con una sonrisa triunfante, mientras que los otros dos se miraban con algo de miedo, las ideas de Jaehyun nunca salían bien, por mucho que lo intentara. Dejó las cajas sobre la mesa central de la sala, tomando asiento en el medio del sofá, con los otros dos chicos a sus lados, quienes miraban curiosos. De ellas sacó varias partes de disfraces, desde máscaras hasta capas sin sentido.

—Con mi familia solíamos disfrazarnos cuando nos reuníamos todos, así que pensé que sería una buena temática para sacarnos fotos— Sonrió ampliamente, dejando su teléfono sobre la mesa— ¿Qué os parece?— Pasó la mirada de uno a otro, impaciente por oír sus respuestas.

—Me parece que quiero estas gafas— Mark se adelantó a Yuta, estirando su mano con agilidad para tomarlas. Estas eran de un color amarillo, y bastante amplias, tanto que las tuvo que sujetar por una de las patas para que no se cayeran.

—Entonces yo quiero esto— Una diadema con dos antenas decoraron su cabello, haciendo reír a los otros dos al observar lo ridículo que estaba.

Fueron cogiendo varios artículos, intercambiándoselos para ir probando diferentes cosas. La cámara del teléfono de Jaehyun capturaba los momentos, tanto en vídeos como en fotos. Aunque el momento estrella se lo llevó Jaehyun al ponerse rellenos dentro de la camiseta y posar como si estuviera en una pasarela, desde tirar besos a su público compuesto por sus mejores amigos hasta enseñar el supuesto escote que tenía.

Se habían conocido en la universidad al estudiar la misma carrera. Desde ese entonces no se habían separado nunca, y tuvieron bastante suerte al encontrar un trabajo en donde pudieran seguir juntos, además de haciendo lo que les apasionaba.

Hubo un momento donde las cosas se tornaron algo pesadas para Yuta y Mark, quienes se percataron de que tenían sentimientos por el otro, sin embargo, Jaehyun les ayudó con eso, aunque su idea no fue de las mejores, pues les sentó uno frente al otro sin poderse levantarse hasta que hubieran llegado a un acuerdo; y el único acuerdo que Jaehyun estaba dispuesto a aceptar, era el de su noviazgo, nada más,estaba cansado de verles pasándolo mal, y aunque él mismo tuvo algo de miedo de que la relación que mantenían los tres se torciera, dejó ese pensamiento de lado y se armó de valor para intervenir y echarles una mano.

Y ese viernes por la noche del mes de julio, al observarles tan feliz, Jaehyun sabía que no se arrepentiría jamás de haberles juntado, porque claramente se echaba todas las flores del mundo; halagándose por haber sido él quien juntó al "YuMark", apodo que les otorgó cuando empezaron a salir. 

Mark al observar al mayor tan distraído, saltó sobre su espalda provocando que ambos fueran al suelo al no darle tiempo al contrario de reaccionar, sin poder sujetarle de algún lado para estabilizarles. La carcajada que se le escapó a Yuta, provocó una sonrisa maliciosa entre los otros dos, que se dieron una mirada cómplice antes de agarrarle de las piernas, tirando hasta el punto en donde, sin poder agarrar algo para sujetarse, cayó junto a ellos de culo.

—Yo creo que se ha partido en dos, su culo no amortiguó la caída— Jaehyun aprovechó para soltar un comentario en su contra, riendo al observar la expresión ofendida del chico, y esta sólo se intensificó cuando Mark le dió la razón entre risas, con pequeñas lágrimas ubicadas en sus ojos.

—Los odio— Rodó sus ojos, mirando hacia arriba mientras reprimía la risa que quería escapar.

Las consecuencias el lunes quizás fueran algo pesadas, pero ahora mismo les daba igual. Disfrutaban de la presencia del otro, de su bonita amistad y de la manera de crear recuerdos tan única que tenían.