CAPITULO I : MOIRA

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" Solo nos separamos para reencontrarnos -John Gay "

Santorini, Grecia 2020

- ¡Claro que no! ¿Sería tan desastroso que admitas que tengo la razón? - sentencio la mujer respirando ofuscada.

- No sería desastroso, pero sería una mentira - el se acerco a ella mientras sonreía burlonamente - Dos palabras, cariño: Estaba equivocada.

Ella suspiro irritadamente, saliendo de la habitación gritando frases en francés que eran todo menos cumplidos, la siguió, a través de elegantes pasillos que parecían pertenecer al palacio de Versalles.

-Deje de seguirme, Benedict - volteo a mirarlo y aquellos ojos pardos traspasaron su alma - No eres mi persona favorita en este momento.

- Pues otra cosa en la que estamos en desacuerdo - se acercó a ella tomándola por la cintura rompiendo cualquier distancia existente - Tu eres mi persona favorita siempre.

- Te odio - le respondió entrelazando sus brazos en su cuello - Creo que ambos tenemos la razón en un mismo porcentaje ¿Trato?

- Trato - respondió besándola.

El suelo empezó a moverse y varios sonidos mecánicos lograron despertarlo, abrió los ojos , poco a poco , dejando que la luz invadiera sus pupilas recordando donde se encontraba , su corazón latía apresuradamente y sus manos sudaban nerviosas , síntomas que se repetían cada vez que su mente lo sometía ante esos sueños tan extraños.

-Señor - la sonriente aeromoza de primera clase se acercó - Hemos aterrizado.

Benedict miro a los lados, era el único pasajero que quedaba en el avión, se disculpó con un gesto , saliendo del avión sin agradecer a nadie , como era su costumbre , examino su celular , en el cual tenia programada su vida por las próximas semanas mientras caminaba en busca del auto que lo esperaba , un hombre vestido con un elegante traje negro , sostenía un cartel con su nombre , se apresuro a subir solo indicando con la mirada que se encargara de equipaje.

-¿Es su primera vez en Atenas , Sr. Bridgerton?- pregunto el chofer tratando de entablar algún tipo de charla.

- No - respondió Benedict desinteresado.

- ¿Entonces ya conocía la ciudad?

- Así es.

- ¿ Y las islas?

- Algunas - un pequeño tumulto de personas llamo su atención observando por primera vez a través de la ventanilla - ¿Que sucede en ese lugar?

- El hombre miro sobre su hombro - A aquel lugar le llaman el templo del destino , en realidad es una leyenda local - siguió manejando - muchas personas lo visitan creyendo que los ayudaran a encontrar a su alma destinada - rio.

- ¿ Quiénes los ayudaran?

- Las moiras - detuvo el auto -¿Usted cree en el destino , Sr. Bridgerton?

Benedict rio burlonamente ante aquella pregunta: ¿ Creer en el destino? La vida era mucho mas complicada que esperar a que el destino determinara sus decisiones, el estaba seguro de que cada decisión que había tomado, había establecido por si misma lo que estaba viviendo, un plan de vida meticulosamente trazado era en lo que creía.

-No - respondió saliendo del auto.

Los días transcurrieron como siempre, entre reuniones de trabajo y fiestas aburridas a las cuales era arrastrado por compromiso y no por diversión. A pesar de tener veintisiete años, se comportaba como alguien en sus sesenta que había olvidado como divertirse espontáneamente. Pero aquello no lo perturbada, el trabajo era su relación mas importante y su compromiso más estable. Tomo las pastillas que lo ayudaban a dormir cada noche, maldiciéndose a sí mismo por no poder evitar aquellas pesadillas que lo atormentaban todas las noches.

ENCHANTED || Benedict BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora