Capítulo 13

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Narciso.

Terminé de escribir el historial médico de otro paciente y resople cansada. Necesitaba vacaciones. Miré la fecha en mi teléfono y sonreí sabiendo que serían pronto.

—¿Por qué sos tan adicta al trabajo? —me pregunté viéndome en el reflejo de mi teléfono y proseguí a responderme—. Cierto, es porque tu ex te dejo para que sigas tus sueños. Sientes que si no lo haces no valdría la pena que él te rompiera el corazón de esa manera. Sientes que podrías derrumbarte si no te aferras a esto. Porque vos sabeís que te afecta el ver que tus hermanas están consiguiendo parejas y vos estaís sola con treinta años. Deja de ser patética. Sos hermosa y fuerte, no necesitas un chico.

—Me ha gustado tu discurso.

Revoleé mis ojos al ver a Ben adentrarse en mi oficina y crucé mis brazos.

—¿Como habeís entrado?

—Por la puerta —indicó lleno de obviedad—. La dejaste abierta, muñeca.

—Muñeca las barbies con las que jugabas en tu casa cuando tenías tres años —solte hablando rápido y él sonrió.

—Me gusta tu actitud.

—Te presentaré a Margarita, te encantará la de ella —dije seria. De verdad pensaba que esos dos podrían hacer una buena pareja.

—¿Lo dices porque te chantajee con decirle a mi hermano que eres de Argentina si no tenías una cita conmigo? —cuestionó Ben y yo lo miré con obviedad—. Lo siento por eso. Es que tú no quieres darme ni los buenos días y pensé que teniendo una cita cambiarías de opinión, pero veo que sigo sin agradarte.

—Si hubiera ido por mí misma me hubieras agradado, pero fui obligada —declaré sincera—. Vuelve a amenzarme y le diré a tu madre que no me dejas centrar mi atención en atender a Noah.

—Está vez me ganaré una cita sin trampas —aseguró él y se dio la vuelta.

—Suerte con eso —murmuré al verlo marcharse—. Tal vez tengas oportunidad.

Dímelo con señasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora