Capítulo 17 (I)

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Iba y venía de derecha a izquierda cerca de la puerta hasta que oí un toqué. Los nervios me recorrieron de pies a cabeza hasta que vi a Mariana entrar con cara llena de vergüenza.

—Se-señor —tartamudeo y se aclaró la garganta—. Llegó tarde, pero vine a decirle que todo está arreglado para que salgas del hospital. Tu familia te espera.

—¿Qué te paso?

—Su hermano paso señor —explicó en tono bajo y formal—. Nos quedamos encerrados en el ascensor y nos besamos.

Sonreí al escucharla y me felicité internamente porque eso me daba más oportunidad con Narciso.

—A mí no me gusta Ben, señor, se lo juró —murmuró Mariana y me miró a los ojos—. Yo estoy interesada en otra persona así que no me afecta un beso. Por suerte no debo explicaciones a mi amor platónico pero debo decírselo a Siso.

—Sí, debes decírselo.

Mariana asintió y se fue. Me sentía mal por usarla pero pensaba que al final todo valdría la pena.

...

Narrador

Después de haber ordenado sus pensamientos Ben camino buscando visualizalmente a Narciso hasta verla en medio de un pasillo revisando papeles. Él se acercó por detrás y le tapo los ojos. Ella pensó en quien podría ser, pero como eran manos de hombre no tenía muchas opciones. Quizás Noah... Quizás Ben... O un compañero jugandole una mala broma.

Sintió unos labios tocar los de ella y se tenso completamente hasta dejar de sentir ese tacto. Entonces sus ojos fueron destapados mostrando a Ben con expresión seria.

—Besé a Mariana —avisó él y rascó su nuca.

—¿Qué? —cuestionó Narciso en voz baja y llevó una mano a su boca—. ¿Y me besas a mí también?

—Quería saber como me sentía al besarte a ti para aclararme —explicó Ben con tono culposo— Lo siento, Narciso. Con Mariana fue una explosión de emociones y contigo no. Creo que no estaba enamorado de ti como pensaba. Después de todo mi hermano tenía razón al decir que solo me interesabas porque eres bonita.

—Vos sos estúpido —reprochó Narciso—  Me da igual si la quieres a ella o a mí, debiste tener la decencia de no besarla a ella al salir conmigo, ni besarme a mí tras haberla besado a ella.

Sin darse cuenta Narciso tenía los ojos aguados, pero no por lo que le había hecho Ben. Simplemente estaba cansada de tener siempre mala suerte con los chicos.

Estaba cansada de fingir que las cosas no le afectaban.

Dímelo con señasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora