Dímelo con señas

Capítulo 21

Fije mi vista en mi hermano que se notaba pensativo y le arqueé una ceja.

—Pienso en como robarle otro beso a Mariana.

Eleve las cejas y Ben sonrió nerviosamente. Siempre entendía mis miradas.

—Sí hermano, ella me gusta.

Le sonreí dándole una palmada en la espalda y me giré.

—Noté que estás feliz.

Volví a voltearme y me señalé poniendo expresión confusa.

—Sí hermanito, tú mismo, no te hagas el inocente —indicó cruzando sus brazos—. ¿Qué paso? ¿Saliste con la doctora? ¿Te dijo que sí? ¿La besaste? —cuestionó Ben y yo le miré de reojo en la última pregunta—. ¡Fue eso! Estás loco hombre, deberías haberlo hecho después de tener al menos una cita. Mira que Mariana me huye como si fuera el mismísimo diablo. La tonta sigue enamorada de otro. Se está perdiendo un bombón como yo lo soy.

Reí en silencio y negué volviendo a lo que hacía.

...

Toqué la puerta de lo que suponía era la casa de la chica que buscaba, sin embargo salió otra.

—Hola, ¿en qué le puedo ayudar?

Cogí una nota que había escrito y se la enseñé, solo preguntaba: ¿Dónde vive Narciso Flores?

—Llegaste a la casa correcta, soy Iris hermana de Narciso. Ella se está duchando y yo estoy cuidando su casa. ¿Quién eres?

Iris, me sonaba el nombre. Hice una N con las manos, luego un círculo para la O, un triángulo para la A y finalmente le hice el símbolo de número.

—¿Noah? —cuestionó ella y yo asentí sonriendo—. ¿Relación con mi hermana?

Fui a contestarle imitando lo hecho anteriormente, pero recordé que no era nada de Narciso. Me encogí de hombros y negué.

—Así que no sabe. —afirmó ella; yo asentí.

Era increíble que me entendiera tan bien.

—Entra te invitó un café.

...

—Entonces Clavel se hizó novia de Samuel que es el ex de Narciso y ella les dio su bendición. En realidad superó esa etapa, solo le duele seguir sola. ¿Me entiendes?

Asentí a lo que contaba Iris de la vida de Narciso y tomé otro sorbo del café que me había preparado, una delicia de café.

—¿Viniste por qué te gusta y quieres que salga contigo?

Casi que escupo el café ante la pregunta, sin embargo trague y asentí con vergüenza.

—Estoy segura que búscate su dirección y no pensaste que quedarías como todo un acosador.

Casi me atragante al escucharla, mas respiré hondo y se me paso. Iris no se andaba con rodeos.

—Prometo hablarle a Siso para que te llame. Tengo tu tarjeta así que confía en mí y vuelve a casa. Sinceramente, Narciso salió de compras con mis hermanas y no está duchandose.

Hice una mueca y asentí levantándome. Iba a irme cuando Iris pregunto:

—¿Qué te gusta de mi hermana?

Sonreí pensando y señalé la lámpara en el techo.

—Su luz —murmuró Iris y sonrió al verme asentir—. Tienes buen ojo. Nos veremos, Noah.

Le agite la mano y me di la vuelta retirándome del lugar.