—¿Lugar favorito? —cuestionó Narciso usando lenguajes de señas.
Como respuesta la señale.
—No soy un lugar.
Sonreí y negué para responderle.
—Mi lugar favorito se ha convertido cualquier lugar donde estés. Ugh, sone cursi.
—Para nada, ha sido lindo. Eres lindo —mencionó ella ahora hablando.
—Gracias, me esfuerzo en mantener mi apariencia.
Narciso se río y me dio un golpecito en el brazo, yo diría juguetón, ella diría que fue uno amistoso. Esa era la diferencia más notable entre nosotros, la forma de pensar.
—¿Fruta preferida?
—Me has cambiado el tema —indiqué y le arquee una ceja—. Nos quedamos por donde me decías lo actrativo que soy. No importa, sigue las preguntas. Me gusta la manzana.
—¿Crees que saldremos juntos por mucho tiempo?
Negué y saqué de mi bolsillo un papel que había preparado.
—¿Lo leo? —preguntó Narciso desdoblandolo y yo asentí—. He buscado en internet y, ¿adivina qué? Los narcisos simbolizan un nuevo comienzo. Hermosa Narciso, este es el inicio de un nuevo capítulo para los dos, si lo deseas cumple lo que quiero yo, acepta tomar mi mano y ser mi novia... —leyó y me miró sonriendo con los ojos cristalizados—. Yo te quiero, Narciso. Sé que no podrás oírme decírtelo, pero prometo hacértelo saber siempre. Quiero una relación seria contigo. Quiero que seas mi novia, ¿lo serás?
Mientras Narciso terminaba de leer me había apoyado en una rodilla como si fuera a pedirle matrimonio y con paciencia espere que dijera la última palabra. Entonces ella me miró y se quedo impresionada. Yo sonreí con vergüenza por lo tonto que me sentía estando en aquella posición, pero todo valió la pena cuando Narciso puso sus manos en mis mejillas y me regalo un pequeño beso.
—Sí, seré tu novia, Noah.
Me senté nuevamente en el suelo al lado quien ahora podría llamar mi novia y me frote la rodilla. Nota mental: No volver a apoyarme en una rodilla sobre la tierra, es molesto.
—Noah. Gracias.
—¿Por qué?
—Porque acabas de matar mi soltería. —expresó con alegría.
—¿Guardamos un minuto de silencio? —cuestione y la oí reír tapando su boca.
Su risa era graciosa, sonaba como el ruido que hacen los cerditos. Sinceramente me daba igual porque todo en esa chica me resultaba agradable. Tenía defectos claramente, pero si no amas los defectos de la otra persona no estás amando de verdad. Porque el amor ciega de mala manera.
Y yo tapé mis ojos de sus defectos decidiendo amarla.
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Dímelo con señas
Short StoryÉl se enfermó. Ella era doctora. Él era mudo. Ella sabía lenguaje de señas. Él odiaba todo lo relacionado con Argentina. Ella era de Argentina. Saga "ChicasFloresWattpad" 4