Capítulo 16

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—Enhorabuena, una semana y estarás de alta —comentó Narciso que sonreía alegre.

—¿Quieres que me vaya? —inquirí molesto.

—Eres mi paciente y siempre quiero que mis pacientes se recuperen y vuelvan a casa.

—¿Nos volveremos a ver? —cuestione—. Supongo que si porque ahora sales con mi hermano.

—La respuesta es no. Nunca más podríamos vernos. Aunque fue agradable ser tu amiga.

Golpe directo a mi corazón.

—¿Por qué no volveremos a vernos? —inquirí observándola seriamente.

—Porque un tengo secreto que no te gustará nadita —explicó Narciso.

—Compruébalo.

Ella negó y me dio su mejor sonrisa.

—¿Tomaste las pastillas hoy?

Negué y la doctora Flores, que hoy vestía de rojo, me dio una mirada de reproche.

—Esperaba que tú me las dieras.

Eso era mentira, pero Narciso me creyó.

—Así pides que no te llame pequeño. Ahora te las doy.

Ella se acercó a darme las pastillas y yo le aguante el brazo cuando se volteaba seguramente a por el agua. Rode mis pies y con mi mano libre le hice un ademán de que se sentará a mi lado. Solté su brazo y le informe que ya había tomado las pastillas.

La vi sentarse y mover sus labios para que yo los leyera; decía que no me creía. Yo le respondí usando la misma técnica para decir:

—Pregúntale a Mariana.

No me dijo nada. Era extraño estar a su lado sin comunicarnos. Cierto, estabamos rodeados de silencio, pero yo ya estaba adaptado a el. Siempre hubo silencio en mi vida, solo que en ese momento me resultaba incómodo.

—No quiero que salgas con mi hermano.

Narciso observó de reojo mis manos y giró su rostro en mi dirección para preguntar una cosa.

—¿Por qué?

—Yo quiero que salgas conmigo.

Eso la tomó por sorpresa. Cuidadosamente y con duda movió sus manos haciendo la misma pregunta anterior.

—¿Por qué?

—Porque me di cuenta de que me gustas.

Su reacción fue graciosa, su cara se pusó totalmente roja y se levantó tapando sus mejillas con sus manos. Me dio la espalda y se fue corriendo.

Recién recordé en ese instante de que tendría un problema llamado Ben.

Dímelo con señasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora