— Hola, mi amado TaeHyung.— una voz femenina se escuchó en el salón, los ojos de TaeHyung se abrieron enormes debido a la sorpresa. Se trataba de una señora que aparenta unos 50 años más o menos.
— ¿Miranda? ¿Qué haces tú aquí?— inquirió TaeHyung con un notable tono de enojo en su voz.
— Vine a visitar a mis hijos.— sonrió neutralmente.— ¿Qué? ¿Acaso no puedo?
— TaeHyung, lleva a Meredith a su habitación, por favor.— esa era la voz de SeokJin que hasta ahora se percataba el pelinegro de que sus hermanos mayores estaban en el salón.— Luego hablamos.
TaeHyung hizo su mano un puño con fuerza, sintiendo tanta ira repentina en su sistema. Sería mejor que se controlara, por tanto, no le quiso dar importancia al asunto y prefirió ignorarlo. Así que agarró la mano de Meredith y salió del lugar no sin antes darle una última mirada a esa señora de nombre Miranda.
— Mamá.— esta vez habló NamJoon.— ¿Cuál es el motivo por que haz venido?— indagó.
— ¿Qué no puedo venir a ver a mis bebés?— dijo con fingida ternura.
— Miranda, no me hagas reír.— soltó YoonGi sin una pizca de gracia en su rostro.— Nunca haces nada que no tenga un motivo serio detrás. ¿A qué mierdas viniste?
— Cálmate, YoonGi.— avisó Jin.
— ¿Qué me calme?— rió sin una gota de diversión.— ¡¿Qué me calme dices?! Esta maldita nos abandonó a nuestra suerte, ¿cómo esperas que me calme?
— Sigo siendo tu madre. Me debes respeto.
— El respeto se gana, Miranda.— espetó NamJoon.— Y para serte totalmente sincero, nunca mereciste nuestro respeto. YoonGi no está equivocado.
— Paren ya.— detiene SeokJin.— Por muy hija de perra que haya sido ella, debemos tratarla con respeto, nada cambia que nos haya dado la vida.
— ¿No sería hipócrita de nuestra parte?— cuestionó YoonGi.
— Bien, ¡basta los tres!— la mujer se puso de pie.— Es cierto, tengo un motivo para estar aquí.— observó el sitio por el que se habían ido TaeHyung y esa chica la cual no sabe su nombre.— Así que es ella, supongo.
Todos guardaron silencio. Ella sonrió con cinismo y altanería.
— ¡Malditos hombres!— espetó.— ¿Cómo pueden perder la cabeza por una mujer? ¿Ah?— negó con su cabeza.— No los crié para que sean el perro faldero de una cualquiera.
— Mejor guarda silencio, madre.— habló SeokJin.— No te metas en nuestros asuntos.
— Ay, mis niños.— caminó hacia donde está sentado SeokJin.— Mis pobres bebés.— golpeó en el estómago a SeokJin. Ninguno se inmutó, era algo normal.— Te desconozco, eres el mayor SeokJin. Deberías imponer respeto.
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Adicto a tu piel ©(+21)[OT7]✓ ᴱᴰᴵᵀᴬᴺᴰᴼ
VampireCasttle es sinónimo de perfección y de perdición. Ellos eran perfectos, si lo sabría Meredith bien, tienen esa ley que hace atraerte a su cuerpo. ¿Será su mirada? Para Meredith, Casttle significa sumisión. ¿Qué rayos era eso que tanto la hacía obed...