Casttle es sinónimo de perfección y de perdición.
Ellos eran perfectos, si lo sabría Meredith bien, tienen esa ley que hace atraerte a su cuerpo. ¿Será su mirada? Para Meredith, Casttle significa sumisión. ¿Qué rayos era eso que tanto la hacía obed...
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Venecia, Italia, año 1890.
— ¡Feliz Cumpleaños!
Ese día, el ambiente se encontraba muy animado en la mansión de Venecia de los Casttle. Justamente era el cumpleaños del menor de ellos, JungKook, y estaban todos reunidos para celebrarlo, hacía años no pasaba su cumpleaños en compañía de todos sus hermanos.
— Y bueno, JungKook. ¿No abrirás los regalos?— preguntó la chica que en ese entonces poseía cabello negro azabache.— TaeHyung y yo preparamos algo para ti.
— Así es.— confirmó TaeHyung.— Te gustará, lo prometo.
El pelinegro sin pensarlo mucho asintió frenéticamente emocionado, y abrió el regalo de su hermano. Su reacción fue muy tierna de verdad al toparse con un peluche muy adorable, era un conejito.
— ¿Esto lo hacen por maldad?— hizo un puchero el menor con el peluche en sus manos.
— No seas dramático, eres igual al peluche.— aseguró TaeHyung.— Te ríes igualito a él. Pensamos en regalarte algo que esté a tu altura.
JungKook negó reiteradas veces y sonrió ante el angelical comentario de su hermano. Es cierto, cuando sonríe sus dientecitos delanteros sobresalen dándole un toque tierno al chico.
— Me las pagarán, tórtolos.— amenaza JungKook a su hermano y a su, en ese entonces, novia.
Jackeline y TaeHyung en aquel entonces mantenían una relación meramente de amigos con derecho a basarse y a, otras cosas. Eran considerados buenos amigos, ya que por lo general todo lo hablaban, se platicaban cosas que sentían o que les pasaba.
Esa fue una época pacífica, sin ningún tipo de contrariedades, en la familia reinaba la paz, y no habían conflictos de ningún tipo. Claro está, no hasta que apareció esa chica y...todo cambió drásticamente.
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BlackVille, época actual.
— Buen día.— saludó el pelinegro al ver a su hermano llegar.
— Buen día, JungKook. ¿Cómo se encuentra Meredith?— preguntó JiMin tomando asiento a su lado.
— Permanece estable, pero sin despertar.— dijo en tono preocupado.
— Te ves como si necesitaras una ducha.— aseguró el rubio.— Tú y TaeHyung deberían haber sido los gemelos y no él y yo.— comenta con diversión.— Vine a sustituirte, vete a casa y descansa.
— Sabes que los vampiros purasangre no necesitamos dormir, JiMin.— si voz salió con cierto tono de fastidio. Observó a la chica que yace dormida encima de la cama dormida.
— Pero si descansar.— JiMin se puso de pie.— Debes descansar, ve a casa, SeokJin me ordenó que te hiciera entrar en razón. Eres un maldito obstinado.— suspiró.— Acordamos rotarnos para cuidar de Meredith, JungKook.