🥀𝕮𝖆𝖙𝖔𝖗𝖈𝖊🥀

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Y cuando Meredith supo que diciembre no solo traía las fiestas del pueblo, sino que también el cumpleaños de TaeHyung

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Y cuando Meredith supo que diciembre no solo traía las fiestas del pueblo, sino que también el cumpleaños de TaeHyung. Le agrada la idea ya que él es el único que le parece sincero de los siete, y por ello, le daría un regalo especial.

Y prescisamente justo hoy, Meredith se despertó con un ataque repentino de alegría.

— Buen día, chicos.— saludó emocionada.— ¿Qué tal todo?— tomó asiento en uno de los muebles del salón.

Todos la observaron extrañados. Sí, definitivamente algo no anda bien.

— Pero ¿qué bicho le picó a esta?— pregunta YoonGi.

— Bah, déjala. ¿No es hermosa su sonrisa?— y ese fue TaeHyung. JungKook lo miró mal.

— Solo estoy contenta por todo lo sucedido.— comentó sin perder la brillante sonrisa que cargaba ese día.

— Y, ¿qué sucedió?— pregunta JungKook.— Cuéntanos.

— Nada en especial.

Se respiraba una tranquilidad y una calma que era imposible de creer. Un ambiente tan pacífico e imposible de importunar. ¿Y qué creen? Si era posible importunarlo, ya que la bruja llegó volando en su escoba, repito: la bruja llegó volando en su escoba.

En resumen, y dicho con palabras más sencillas, que Miranda llegó.

— Buenos días, queridos.— saludó con una sonrisa tétrica.

— Buen día, madre.— Hoseok saludó y se puso de pie para recibirla.

— Veo que eres el único hijo que me ama, cariño mío.— se acercó a abrazarlo con cariño.

— No es que no te queramos madre, es solo que no te aguantamos.— dijo cortante YoonGi mientras se dedicaba a observar la pantalla de su teléfono celular.

Miranda lo miró con mala cara.

— El único que te soporta es Hoseok.— aseguró nuevamente el pálido sin molestarse en prestarle atención.

— ¿Cómo se atreven a hablarme así? Soy su madre, me deben respeto, malagradecidos.

— Solo te hablo y te digo las cosas que mis hermanos temen decirte.— por fin levantó la mirada de su celular para encararla.—  Nos golpeabas constantemente, claramente mucho amor no sentimos por ti.— asegura.— No fuiste una buena madre.

— ¡A tu madre no me hablas así, niño insensato!— vociferó Miranda y se acercó peligrosamente a su hijo respondón.— Te coseré la boca por insolente.— sacó de su bolsillo una daga. Todos a su alrededor se pusieron alerta.— O mejor te la rebanaré.

— ¡Deténganse, por el amor de Dios!— gritó Meredith comenzando a sentirse asustada de lo que haría esa mujer.

— Y esta tonta de nuevo.— volteó a encarar a Meredith.— ¡Si mis hijos están así de rebeldes es por tu culpa! Infeliz.— gritó.— Ningún hijo mío me había contestado de esa manera. SeokJin siempre ha obedecido a mis órdenes, NamJoon nunca había dejado de darme la razón. Pero luego apareciste y...— elevó la daga.— ¡Lo arruinaste todo!— Meredith palideció.— Por tu maldita culpa, de no ser por ti, mis queridos hijos, no estuvieran...— ¿Qué es eso? ¿Acaso sus ojos están? Esa mujer está llorando, al menos a Meredith le dio esa impresión, sin embargo toda sospecha la cortó al notar que sus ojos estaban rojos debido a la rabia.

Adicto a tu piel ©(+21)[OT7]✓ ᴱᴰᴵᵀᴬᴺᴰᴼDonde viven las historias. Descúbrelo ahora