Capítulo IV parte 1

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El viaje había sido tan largo como tedioso, pero a pesar del constante traqueteo a causa de las rocas y troncos que entorpecían el camino, habían podido descansar.

El carro se detuvo. El silencio, roto por el relinchar de los caballos, anunciaba el fin del trayecto, solo que no en la ciudad.

Los hombres se bajaron de la parte delantera, destaparon a los chicos que se escondían bajo los rollos de telas y alfombras enrolladas.

⏤Bajar ⏤ordenó el regordete que jugaba con un palillo entre sus dientes.

⏤¿Dónde estamos? ⏤cuestionó Alastair mientras sacudía con desprecio el polvo de sus ropas.

⏤A las afueras, apenas quedan quince minutos a pie para llegar a Kalhar.

⏤El trato era hasta allí ⏤protestó Norina quitando su máscara con rabia.

⏤Tranquila, niñita ⏤replicó el alto⏤. Lo que sucede es que tendréis que seguir a pie a nuestro lado, los caballos están cansados.

⏤Caminar vosotros, por algo os pagué ⏤protestó Alastair.

⏤Si me haces caminar, tener claro que llegaré al ayuntamiento. Seguro que allí valéis más de siete monedas ⏤amenazó el hombre del palillo relamiéndose los labios.

⏤Eso será si llegas al ayuntamiento ⏤amenazó Alastair bajando del carro.

⏤No tenéis más opción que caminar si queréis seguir libres, también podéis pagar siete monedas más.

⏤No nos amenaces o te la verás con nosotros ⏤advirtió Alastair furioso.

⏤Unos críos como vosotros apenas nos harán nada ⏤se burló el hombre alto⏤. ¿Acaso no ves que soy un nivel cuatro?

El hombre mostró los cuatro puntos que estaban marcados en su cuello. A pesar de su poder, Alastair no se inmutó.

⏤¿Y tú que yo soy un príncipe?

⏤De Arunas ⏤criticó el flaco⏤, en Gricia y sin tu tesoro no llegas ni a un triste nivel tres.

⏤¿Cómo sabes lo de los tesoros? ⏤preguntó confundida Norina, se bajó del carro seguida de Thermont y Astrid.

Annelise se quedó sentada entre varias alfombras contemplando con miedo y rechazo la disputa.

El mercader frente a Alastair se giró levemente con media sonrisa malvada. Alzó los hombros cogiendo impulso con su brazo y, sin que el príncipe se lo esperara, un puñetazo impactó contra su moreno rostro haciéndolo caer al suelo. Rhys cayó con él, ya que este se encontraba trás Alastair.

El otro mercader aprovechó la situación para darle un puñetazo en el estómago a Thermont quien se quedó sin respiración.

Norina y Astrid saltaron sobre el hombre que pateaba a Alastair y Rhys provocando su tambaleo.

Su compañero, al ver que lo estaban atacando, pegó un segundo puñetazo contra el rostro de Thermont quien cayó al suelo mareado.

El hombre del palillo corrió a por ellas. Empujó a la rubia con tanta fuerza que rodó por el suelo para después agarrar de los cabellos a la pelinegra tirándola también.

Annelise estaba impactada pero, ante todo, paralizada. Los dos mercaderes se subieron al carro, el delgado delante dando con las riendas en los lomos de los blancos caballos y el regordete con ella.

⏤Estate quieta y no te pasará nada ⏤amenazó mientras la sujetaba de las muñecas para atarlas con una de las cuerdas que estaban desperdigadas por la parte trasera del carro.

Augurio ✔️ (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora