Augurio ✔️ (Libro 1)

Capítulo XXVI parte 2

⏤Astrid, levanta, no es momento de parar ⏤insistió Rhys, que junto con Neizan la alzaban del suelo al que había caído de rodillas. Dorian vigilaba sus espaldas esperando el aviso para avanzar.

⏤Quieto, quieto ⏤ordenaba Neizan agarrando a Rhys cuando intentaba girar.

⏤No puede ser... ⏤murmuró Astrid desde el suelo.

Aunque su ya largo flequillo le tapaba parte de los ojos, entre los mechones veía cómo, en menos de cinco segundos, Norina, Alastair y los demás eran derrotados por un portal que les tragaba.

⏤Astrid, puedes con ello, tenemos que recuperarlos, debemos acabar con todo esto cuánto antes ⏤insistió Rhys, alzó su verdosa mirada al agujero que seguía abierto, pero que en poco se cerraría.

⏤No, no puedo... ⏤se quejó levantándose con dificultad.

⏤Joder, te he visto luchar ⏤recordó Rhys⏤. Sin tí no tenemos nada que hacer. Ellos tampoco, toda tú eres nuestro plan B.

⏤Entonces están condenados ⏤sentenció amargamente golpeando con su puño en el suelo⏤. No tengo magia.

⏤Que seas de Nevus no significa que tu magia... ⏤intervino confuso pero alterado Dorian.

⏤No, no es eso, no tengo nada de magia ⏤retiró la manga mostrando el brazalete⏤. Esto me la retiene y me roba vida por segundos. En un rato se me pasará, pero de momento... deberán mantenerse ellos solos con vida.

***

Volvían a estar encerrados en celdas... unas que ya habían visto y las que, semanas atrás, habían usado como escapatoria.

Sentados en el frío y húmedo suelo esperaban, ideando algún plan para escapar y poder continuar con el principal.

Al menos confiaban en que el otro grupo seguiría la misión.

⏤¿Cómo hemos podido ser tan estúpidos? ⏤gruñó Norina enfadada escondiendo la cabeza entre sus rodillas y bufando con frustración.

⏤Pensando que todo saldría al pie de la letra. Ese ha sido nuestro error ⏤afirmó Annelise mientras peinaba angustiada su pelo en una amplia trenza intentando así tranquilizarse.

⏤Peleamos tan mal que era como si nunca lo hubiéramos hecho ⏤bufó Alastair aún sin llegar a entender como no habían sabido reaccionar⏤. Además caímos en la trampa más vieja de todas... ⏤recordó tan avergonzado como cabreado.

⏤Sabían que vendríamos ⏤afirmó Dom poniéndose de pie y apoyándose en las rejas⏤. Nosotros éramos los que no sabíamos que dejarían la puerta principal sin seguridad y que los guardias estarían escondidos esperándonos ⏤recordó rascándose la cabeza⏤. Aunque... dicho en voz alta, somos unos completos...

⏤Estúpidos ⏤terminó la frase Ivette volviendo a su silencio.

⏤No entiendo por qué has querido dejar a Astrid con el otro grupo ⏤pensó Riel en voz alta. Todos menos la propia Ivette, que mantenía la vista fija en el suelo, le miraron.

⏤Sabe lo que hace ⏤la defendió Annelise terminando de anudar su largo pelo.

⏤¿Segura? ⏤cuestionó Riel riendo sarcásticamente⏤. Apenas os conocéis y actuáis como si llevárais toda la vida juntos ⏤se quejó lanzando una pequeña piedra contra una de las paredes.

El silencio volvió a reinar, incomodando y tensando el ambiente más de lo que estaba. En un segundo todo su esfuerzo se había esfumado como el humo con el viento.

Unos golpes en los pasillos del exterior de la puerta que conducía a las celdas los alertaron. Las pisadas marcadas y contínuas predecían que gran cantidad de ellos se estaban apelotonando frente a su puerta.