Augurio ✔️ (Libro 1)

Capítulo XXI parte 2

El hombre de pelo blanco les miraba desafiante a través de la máscara negra que cubría la mitad inferior de su rostro. Ocultando su identidad pero que, debido a las escamas de sus manos, sabían perfectamente de quién se trataba.

El rey de Nevus o alguien muy cercano a su línea de sangre. Solo Alastair sabía quién era pues, aunque solo fue en una ocasión, ya se habían visto.

⏤¡Detente padre! ⏤gritó una voz a sus espaldas cuando el suelo comenzaba a temblar para separarse en sus pies, creando una plataforma de piedra justo antes de que se abriera⏤. Te servirán de más estando vivos ⏤añadió con tono neutro y calmado.

⏤¿Padre...? ⏤repitió incrédulo Alastair.

⏤No, no puede... ⏤la entrecortada voz de Ivette mostraba tanta confusión como sus ojos⏤. Astrid, ¿qué haces?

"No confíes en la princesa, os traicionará" recuerda cómo le advierte la masculina voz de sus visiones.

⏤Tirar las armas, todas ⏤la miró con los ojos entrecortados, la boca torcida levemente hacia abajo y las cejas juntas⏤. Si no lo hacéis moriréis. Yo misma daré la órden.

⏤¿Qué? ¿Qué haces? ⏤cuestionó Ivette intentando detenerla mientras seguía avanzando.

Astrid se zafó de su agarré con un fuerte tirón. Provocando que Ivette se quedara pasmada ante su repentino cambio de comportamiento.

⏤Tú... Tú no eres así... ⏤sollozó.

⏤Tú... ⏤murmuró con una marcada y siniestra sonrisa, se giró para mirarla directamente a los ojos, mostrando desprecio entremezclado con pena⏤. Tú no me conoces, ni... nunca lo harás.

⏤Astrid, para ⏤ordenó Alastair agarrando con fuerza la daga de los pasajes⏤. No eres como Thermont.

⏤Lo sé Alastair, te lo avisé una vez ⏤indica sujetando con fuerza la mandíbula de Alastair mientras le arrebata con un rápido movimiento la daga y se la coloca en el cuello⏤. Soy peor, bueno, mejor... ⏤le mira con descaro y malicia⏤. Lo sabías y decidiste jugártela, perdiste.

⏤Te he dicho que... ⏤gritó Alastair pero fue callado con el filo de la daga sobre sus labios y el chistido de Astrid en su oído.

⏤Aquí no das órdenes Alastair, no estamos en tu reino, donde quiero recordar que querías decidir mi destino... ¿No? Ahora estamos en el mío y tu destino depende de mí. Deténganlos ⏤ordenó caminando hacia el hombre de pelo blanco.

Las atónitas miradas de los chicos no se separaban de la pelinegra que tantos secretos les había ocultado demasiado bien. Descubriendo uno de ellos cuando era demasiado tarde.

Una voz se colaba cada vez más fuerte en el subconsciente de Ivette obligándola a separarse de ese mundo para llegar a una sala oscura que le empezaba a resultar familiar.

⏤¿Qué quieres ahora? ⏤cuestionó Ivette cruzándose de brazos con desagrado⏤. Las cosas se están poniendo demasiado mal para que me traigas a esta sala.

⏤Te dije que tuvieras cuidado.

⏤Tenías razón ⏤sentenció Ivette alzando los brazos⏤, ¿es eso lo que querías? ¿Que admitiera que me equivoqué? Pues bien, tú ganas. La he jodido...

⏤Aún no he ganado nada ⏤murmuró riendo⏤, porque aún no confías en mí.

⏤No ⏤reprochó rodando los ojos⏤. Que acertases una cosa no significa que Greine me mintiera.

⏤Sabes la profecía.

⏤Lo que debo saber.

⏤Pero... ¿la sabes entera?