ᴇʟ ʀᴇʏ ᴅᴇ ʟᴀꜱ ꜰɪᴇꜱᴛᴀꜱ

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- ¿Va todo bien? - Preguntó Jeremiah picando la puerta del baño.

- Genial. - Mentí, como la mayoría del tiempo hacía.

- Oh vamos, dime. - Entró en el baño. Me miró.

- Michael. - Repetí el nombre.

Sabía que me metería en líos, Jeremiah era muy celoso. Pero era mejor decirle la verdad, a mentirle y que todo se vaya a la mierda.

- ¿Que pasa con él? - Preguntó confuso.

- Es mi exnovio, pero mi padre no sabe que lo hemos dejado. Me fue infiel con mi mejor amiga, o al menos mi ex mejor amiga. Estaba muy enamorada de él, ¿sabes? - Le solté melancólica.

- Pues dile la verdad a tu padre. - Dijo sin más.

- No puedo. - Restregué mis manos por mi rostro, eso se volvía costumbre.

- ¿Por qué no puedes?

- Porque mi padre se cabrearía mucho, los padres de Michael tienen una empresa grande, tienen mucho dinero. Cosa que mi padre perdió por el divorcio. Tuvo que vender la furgoneta, yo tenía que ir a clase en bici, que ni si quiera era mía, me la dejó mi madre, de Steven. - Dije estresada.

- Dile que salimos. Que sales conmigo. - Dijo seguro de lo que decía.

- ¿Quieres que le diga a mi padre que salgo contigo? - Pregunté sorprendida.

- Claro, mira esta casa. - Miró alrededor. - ¿No le sirve con eso?

- Ya, pero si le digo que estoy saliendo contigo sabrá que le he estado mintiendo. - Negué con la cabeza nerviosa.

- Escúchame. - Me tomó de las mejillas para que le mirara a los ojos. - Todo va a salir bien. - Intentó calmarme. - Le dices que lo has dejado con él este verano, te has enamorado de mí, y estamos saliendo.

- ¿Estáis saliendo? - Preguntó Belly sorprendida con una sonrisa, mirando entre la puerta entreabierta.

Pero que vergüenza, joder.

- ¿Lo has escuchado todo? - Pregunté avergonzada.

- Mis oídos sólo han dado con lo de "estamos saliendo".

- No estamos saliendo. - Respondí.

Aunque ojalá.

- ¿Y por qué no?

¿Que?

- Eso, ¿por qué no? - Repitió el rubio.

- Bueno, por qué no salimos ya de aquí. - Dije señalando el baño.

Salimos de ahí los tres.

- Bueno, he escuchado lo que antes había dicho mi hermanita Belly. - Suspiró. - Nada de líos y eso. - Recordó. - Pero esta noche hay una fiesta. - Fingió Steven estar triste.

- Nadie va a ir a esa fiesta. - Ordenó mi hermana.

- Yo no voy. - Comenté. - Voy a estar cansada, no me apetecen fiestas.

- Yo tampoco. - Dijo lo mismo Jeremiah.

¿Jeremiah? ¿El rey de las fiestas?

- Bueno, ya sé lo que he dicho antes. - Replicó mi hermana. - Pero no pasa nada, seguro es una fiesta tranquila. - Dijo como si nada.

- Creo que también voy, os quedaréis solos. - Comentó Conrad.
- Usar protección.

Será hijo de...

Sonreí sarcástica, el chico lo notó.

Nuestras madres vinieron, después de media hora. Hicimos la comida, comimos tranquilamente, sin rodeos.

La tarde llegó y fuimos todos a la playa.
Los chicos mintieron de que irían a cenar con unos amigos por la noche.
Nos preguntaron por qué no íbamos Jeremiah y yo, dijimos que estábamos cansados.

Nos metimos a la piscina después de cenar con nuestras madres, no paraban de comentar momentos del pasado vergonzosos.

La piscina era algo profunda para ser pequeña, yo no llegaba a tocar, Jeremiah si lo hacía, el chico media 2 metros.

- No me has contestado la pregunta. - Cortó el silencio Jeremiah, yo me quedé confundida.

- ¿Que pregunta?

- ¿Por qué no estamos saliendo? - Preguntó sin más, parecía bastante seguro.

- No sé, ¿tú quieres que salgamos? - Pregunté yo, insegura.

- Joder, ¿en serio estás tan ciega?

- ¿Por qué querrías salir conmigo? - Pregunté sentándome al borde de la piscina, otra costumbre. Jeremiah imitó mi gesto, se sentó a mi lado. - No tengo nada para darte. - Continué.

- Porque no me tienes que dar nada. - Me miró. Esos ojos azules me ponían tan nerviosa. - Ah, ¿Por qué quiero salir contigo? - Siguió recordando la pregunta anterior.

— Porque estoy enamorado de ti, Ley.


Afterglow - Jeremiah FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora