01- pathology

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"quizás a medida que el tiempo pase está fobia Balla bajando, no puedo darles un tiempo exacto señor y señora park, solo queda esperar"

El pequeño seonghwa de ocho años se encontraba sentado tras aquella pared de yeso. Podía escuchar a la perfección cada cosa dicha por la psicóloga. Su rostro estaba inexpresivo y sus manos se posaban sobre sus piernas.

Según lo dicho por la mujer, sufría de chiraptofobia. Era la Fabia a ser tocado y es que ello le generaba un enorme temor. Ni siquiera permitía a sus progenitores aquel contacto. Le tenía a todo ello. 

Saber que alguien pasaría sus manos en cualquier parte de su cuerpo le generaba asco. No lo permitiría nunca. No sabía cuando comenzó aquello. Pero si estaba al tanto que cada vez que alguien le tocaba rápidamente el aire comenzaba a faltarle y nesesitaba alejarse de completamente todo.

                                  ...

Seonghwa ya tenía diez y siete años. Su vida era rutinaria. Se levantaba, lavaba sus dientes, cara y se aseaba. Luego iba a sus clases online y acabando estás a desayunar.

Se dedicaba a leer y releer la extensa biblioteca de su hogar. A veces cuando su madre estaba de humor, le traía alguna otra novela nueva. Aunque esta serán muy pocas veces.

Tubo que aprender a cocinar y limpiar por su cuenta. Pues smuy rara vez habían personas en su casa.

Luego de que se descubriera su patología, su psicóloga le había propuesto estudiar en casa, pues así evitaría el miedo a ser tocado. Y así fue, ya llevaba nueve años así.

Sin salir de su hogar y muchos odiarian ello, pero a park le gustaba. Vivir en la tranquilidad de su casa y estar tranquilo de no tener las manos de alguien sobre el.

Sus madre trabajaban la mayoría del día y eso no le molestaba, pues estaría más tiempo tranquilo. También tenía una hermana de quince años pero ellos no tenían relación. Según está, el era un fenómeno ante sus ojos. Así que evitaban verse lo más posible.

En ocaciones tenía charlas con su psicóloga y escuchaba las mismas que está tenía con su madre. Pues su padre se había cansado de esto y decidió marcharse. Seonghwa temía a ser tocado, pero si sentía emocionalmente y se echaba la culpa por aquel suceso.

En las conversaciones de su madre con su doctora, siempre era lo mismo. "El no muestra avances" decía su psicóloga. El escuchaba todo eso en aquel asiento tras la pared de yeso. Si fuera su madre, ya se hubiera rendido.

Unos toques en la puerta lo sacaron de sus pensamientos. Aquella mujer de cabellera negra hasta la cintura y hermosos ojos almendrados, pero con el mismo rostro inexpresivo se adentro.

—seonghwa —hablo la mujer —estas despierto, bien, baja a comer —luego de ello salió.

Su madre y el no tenían tan buena relación. Tal vez por su padecimiento o porque ambos compartían el mismo semblante personal. Hizo lo pedido saliendo de su habitación.

Bajo lentamente las escaleras y se sentó en la larga mesa. En el asiento de la punta, alejado del resto de los asientos. Aunque estos solo eran ocupados por su madre y su hermana.

—¿Debo comer con este fenómeno? —murmuro la chica con un rostro asqueado.

La chica pelirosa -obviamente teñida- le miraba repugnante. Odiaba a este con demasía. Le disgustaba el echo de ser familia, de compartir sangre con un fenómeno como el. ¿Porque no podía tener un hermano normal?

Uno que no le diera vergüenza

Seonghwa no dijo nada, estaba acostumbrado a este trato por su parte. En cambio se levantó y volvió a su habitación. No almorazaria ese día. Después de todo el apetito se había ido.

Cerro la puerta con seguro para no ser molestado. Su cuerpo fue dirigido al ventanal, dónde tenía una especie de butac bajo este. Allí se sentaba cada tarde a dibujar o ver hacia afuera. Colocaba música y pasaba horas sentado allí, en su mundo. 

Su vista fue hacia afuera. Dejando ver la casa vecina que no era ocupada por nadie. O eso creyó, hasta que vio cajas ser entradas a esta. Alguien se estaba mudando. Hombres corpulentos entraban y salían de esta, llevando cajas y pertenencias al interior.

Su atención se paró en aquella mujer con melena rubia. Era mayor y su lado estaba un hombre que suponía era su esposo. Estos les ordenaba a los empleados a colocar cada cosa donde pedían o eso podía ver desde su ventana.

Se dió cuenta que desde su ventana podía ver varias partes del interior de la casa vecina. Estaba vacía, pues recién se encontraban colocando las pertenencias. Miro detalladamente cada parte de aquel lugar. Desde allí se podía ver las paredes canela y unos candelabros plateados que para nada combinaban. 

Supo que la dueño opinaba lo mismo cuado su rostro mostró disgusto. Tendría nuevos vecinos, no sabía si catalogar ello como bueno o malo.

...

Hola! Le spresento una nueva historia está a diferencia del resto, tendrá capítulos algo cortos y le aseguro que no tengo planeado mucho con ella, estaba en mis borradores haciando espacio así que pensé en publicarla, los capítulos serán según lo que se me venga a la mente y es que a veces tengo siertos fallos con mi imaginación y podrán ser algo serranos o no muy proporcionados.

Sin más, espero les gusta y nos leemos en otro cap.

chiraptofobia -seongsang (En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora