08-¿happiness?

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Seonghwa se sentía un completo estúpido. Literalmente había actuado como todo un imbécil. No pueden culparlo, sentía miedo al tenerlo tan cerca, creía que iba a tocarlo y eso no estaba en sus planes. No quería tener un ataque frente al rubio. ¿Yeosang? Que bonito nombre.

«"el también es bonito"»

El reloj daba las 21:00 PM. El pelinegro se hallaba nuevamente parado frente a la ventana, cuestionandose si abrir la cortina o no. "Te escribiré" eso significaba que le dejaría otra nota. Trago duro y movió la cortina. Su vista fija en la ventana contraria donde se hallaba la luz prendida y un papel pegado en el vidrio.

"Lamento haber ido a tu casa, creo que hemos empezado con el pie izquierdo ¿Que tal si nos conocemos?"

Sonrió por inercia ¿El chico quería conocerle? Osea más de lo que ya había visto. Siendo sincero, el también quería conocerle. Era la primera vez desde su niñez que hablaba con alguien sin ser su madre o su psicóloga y le agradaba.

Corrió a su mesita de lus y tomo una hoja y un bolígrafo negro. Escribió en auqella hoja, con una letra grande para ser bien entendida y la pego en su ventana. Esperaba que el otro la leyera en la mañana.

Con ello en mente, se fue a dormir.

                                     ...

Yeosang se levantó más feliz de lo abitual y sus papás lo notaron. ¿A qué se debía su felicidad? Fácil, había leído el pepel que el pelinegro pego en su ventana y ni el sabía la razón de porque aquellas palabras lo habían puesto de gran humor, pero solo quería escribirle aún más.

"Disculpa aceptada, también me agradaría conocerte ¿Ser amigos?"

Quería que fueran amigos. Eso sí le emocionaba y estaba demasiado contento por ello. Quería al pelinegro, seonghwa, como un amigo. Su primer amigo en Quel nuevo lugar. El y sus papás se mudaron para estar más cerca de su trabajo y su segundaria, gracias al cielo no cambio está.

—mirate mi niño —su progenitora apretó sus mejillas — ¿A qué se debe tanta felicidad? —la mujer entrecerró sus ojos.

Yeosang seguía repartiendo luz y colores por todas partes y eso no podía ser evadido por sus progenitores. Si bien, su hijo siempre fue una persona muy alegre y extrvertida, ahora superaba todo aquello.

—mmh..solo estoy feliz de ver a wooyoung —sonrio.

Sabía que sus papás no se enfadarian por decirle que iba a hacer amistad con su vecino, pero no queria contar nada. Al menos hasta el conocer al chico mejor.

Se sentó en la mesa a desayunar junto a sus padres y estos le llevarían a la secundaria luego de ello. Se apuro lo más que pudo así poder salir lo cuánto antes, quería ver al pelinegro antes de que se fuera. Debía estudiar ¿No? Oh ¿Acaso estudiaba en la tarde?
Eso le desánimo un poco.

Soltó un suspiro y al acabar salió hacia afuera. Su vista se fijó en la casa ajena. Lo único que vio fue a una mujer pelinegra, muy parecida al chico. Supuso que sería su madre. Tenía el mismo rostro inexpresivo y esos ojos felinos.

—yeo-sii cariño, apúrate —dijo su madre desde el auto.

Se apresuró a este y se subió en la parte trasera, sin dejar de ver a la casa de enfrente. Vio a aquella pelinegra adentrase en un auto y supuso que el chico no estaba allí o por lo menos no se veía.

Su auto arranco y se encaminó junto a sus padres para la secundaria. Yeosang tan solo tenía dies y seis y estaba en cuarto grado, solo le faltarían dos y saldría directo a la facultad. Esperaba que el tiempo pasará rápido, ya quería graduarse.

...

Dejo un nuevo cap aquí babys, espero le agusto y lamento que han estado siendo muy cortos últimamente
Nos leemos


chiraptofobia -seongsang (En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora