La mañana llego más temprano de lo que el pelinegro esperaba. Con miedo se levantó de su cama y se acercó a la ventana. Luego de lo sucedido la tarde anterior no se atrevió a abrir cortina. Con mucho miedo, la movió y llevo su vista a la ventana. Había una pepel que decía;
"Deja de esconderte! No me espies ¿Acaso eres un psicópata?"
Mejor haria lo mismo que la chica, escribiría un papel y lo pegaría en la ventana, tal vez así podría explicarse.
Tomo un cuaderno de su mesa y un bolígrafo dispuesto a escribir algo en respuesta a el papel de la rubia. Se llevaría la sorpresa de su vida eso estaba seguro.
...
El rubio se encontraba llegando a su hogar del colegio. Aun con el teléfono en la mano caminaba por el pequeño sendero que le quedaba hasta llegar a su casa.
"Pero es que me da miedo sangie, no sabes quien es"
-lo se -dijo- pero no me mala espina, no creo que sea una mala persona...
"¿Tu cómo sabes? No lo conoces ¿Y si es un psicópata que quiere vender tus órganos? Me quedaré sin mejor amigo! "
-es verdad, no lo conosco-recibion un "mjm" por la línea -igual creo que exageras wooyoung, le diré a tu novio que ya no te deje ver tantas películas de tráfico..."No metas a San en esto! Aparte no miro muchas películas tonto!"
-si, si como sea, ya llegué a casa, nos vemos mañana en la prepa -corto la llamada.
Llegando a su hogar, se adentro. En todo el trayecto había pensado en lo dicho por su mejor amigo. Le había contado todo lo sucedido a wooyoung y este estaba más que asustado. No era la gran cosa según el, no parecía ser un asesino vende órganos.
-mamá! Ya llegué -grito al pasar el umbral.
Su madre apareció con una enorme sonrisa y le tendió un gran abrazo. Ella era así, una mujer llena de alegría y cariño, tanto con el como con su padre. Ambos siempre amaron a los niños, pero su madre era infértil.
Había logrado quedar embarazada un par de veces antes de el, aunque todas acababan en abortos espontáneos, sin siquiera pasar las seis semanas. Cuado se enteró de su embarazo, los médicos le propusieron abortar, porque la salud emocional de su madre -debido a los anteriores- sucesos, era devastadora. No creían que recistiera otro aborto espontáneo.
Pero sus papás se negaron, estaban confiados que esta vez todo saldría bien. Por ello mismo cuado nació sano y salvo, sus padres y los doctores lo catalogaron como un milagro. El más hermosos por sierto.
-¿Como a estado tu día? -sonrio - ¿wooyoung y sus rabietas? -enarco una ceja.
Su mamá conocía tan bien a su mejor amigo, tanto que incluso sabía la relación que este llevaba con San. A veces creía que lo quería más que a él, en forma de broma, claro.
-jsjs sabes cómo es, no se despega de san -le sonrió igualmente.
-ah..esos dos, parecen cascola y papel -solto una carcajada -ve a dejar tu mochila a tu habitación y baja a almorzar querido, tu padre no demora en llegar...
Asintio y se dirigió escaleras arriba. Dejo su mochila sobre su cama y se dio la vuelta para irse. Antes de hacerlo volteo a ver hacia atrás, mirando la cortina cerrada de us ventana, había dejado aquel papel pegado todo el día ¿Lo habrá leído?
A paso lento camino hacia la ventana y abrió su cortina. El ventanal contrario estaba descubierto y no había nadie, en cambio solo había un papel pegado con enormes letras negras;
"No soy un psicópata y mucho menos un pervertido, tampoco te espiaba! No eres el centro del universo niña"
«"¿Niña?"»
¿A qué se refería con niña? El no era una niña, o acaso lo estaba insultando. Ese psicópata pervertido asqueroso le estaba llamando niña ¿Quien se creía?.
Yeosang estaba enojado, ahora le iba a escuchar *leer*Tomo una hoja y un papel para escribirle una nota, estaba demasiado enojado y se lo haría saber.
...
Eh escrito este cap a las apuradas, así que es muy probable que hallan faltas por lo que si las ven, no duden en decirme sus corregirlas rápidamente!!
Nos leemos luego.
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chiraptofobia -seongsang (En Corrección)
FanfictionPark seonghwa fue detectado con chiraptofobia, cuando era un niño de tan solo ocho años. su fobia concistia en un problematico miedo a ser tocado, de cualquier forma. Pero quién diría que llegaría ese chico extrovertido al que le encantaba el contac...