twenty six

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── ¿Qué sucede? ──preguntó curioso al no recibir respuesta.

── Tendré que pedirle permiso a mis padres ──dijo un poco avergonzado.

Haruto sonrió de ternura.

── No te preocupes, yo mismo iré a pedir permiso por tí.

El corazón de Junghwan paró de latir por un segundo. Rió nervioso.

── Tranquilo, no debes hacerlo, yo puedo...

── No, yo quiero hacerlo ──insistió.

── Bien ──dijo rendido──. Ve mañana, mis padres estarán en casa.

── Iré elegante, así accederán con facilidad.

── No, por favor no exageres ──pidió.

── ¿Yo? No conozco el significado de 'exagerar' ──bromeó──. Tranquilo, seré muy normal.

── Ponte lo que quieras. Digo, no es que vas a ir como un vagabundo, pero si con algo decente. Ya sabes, la primera impresión es importante. Así que te repito; no exageres. ¿Sabés que? Ve formal, a la vez un poco casual, quizá informal, no lo sé.

── Sí sí, bonito. Lo haré.

── Al día siguiente ──

Junghwan estaba nervioso, no quería que Haruto fuera a su casa. A pesar de la conversación abierta que tuvo con sus padres sobre su orientación sexual a los quince años, cuando reveló que le gustaban los chicos. La confianza de que ellos aceptaran a otro chico como su novio no era mucha, sentía que tras aquel "nosotros te apoyamos" había esa decepción y deseo de que las cosas no fueran así.

Su dedos jugueteaban por el nerviosismo, imaginando la posible reacción de su padre. Tenía dos casos diferentes.

Imaginaba a este con un semblante serios y desconfiado en lo viera a Haruto entrar por la puerta. ¿Su hijo menor en una relación con un chico?, era algo que le costaría todavía terminar de comprender y aceptar.

Por otro lado se lo imaginaba siendo amistoso con Haruto e invitándolo a ver un partido de fútbol mientras comen palomitas, sin que pase ni una vez por su cabeza la idea de que Haruto realmente llegue a la casa con la intención de sacarle el permiso a su hijo para una cita.

Bajó hasta la sala, dónde encontró a sus padres y hermano hablando sobre la universidad, le pasó un mensaje a Haruto diciendo que podía ir ahora ya que se encontraban todos juntos y seguido de eso fue a la cocina.

En unos minutos el timbre de la casa sonó, Junghwan se tornó más nervioso y fue hasta la puerta principal.

── Yo abro ──avisó a su padre que estaba a punto de levantarse del sillón.

Abrió la puerta y ahí estaba Haruto esperando una sonrisa. Vestido con jeans rasgados, un saco formal con corbatín en el cuello de una camisa de vestir blanca, algunas cadenas adornaban su cuello y muñecas, una diadema con orejas de alpaca en su cabeza y en sus pies tenía unas pantuflas de ositos rosas.

Tragame tierra.

── Hola vaquita.

── ¿Se podría saber por qué vienes así vestido? ──se recargó del marco de la puerta mirándolo de pies a cabeza.

── Dijiste; ve formal, a la vez un poco casual, quizás informal, no lo sé ──sonrió divertido rascando su nuca.

── ¿Recuerdas que te dije que no exageraras? ──cuestionó.

¿𝖈𝖔́𝖒𝖔 𝖍𝖆𝖌𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖒𝖊 𝖓𝖔𝖙𝖊𝖘? ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora