¿𝖈𝖔́𝖒𝖔 𝖍𝖆𝖌𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖒𝖊 𝖓𝖔𝖙𝖊𝖘? ✓

twenty seven

── Junghwan tu futuro esposo ya está aquí ──avisó su madre sonriente.

── ¡Mamá, ni siquiera es mi novio! ──le contestó molesto.

── Pero algún día lo será ──dijo emocionada.

Se colocó un suéter y bajó a la sala, al llegar comprobó que Haruto efectivamente estaba ahí esperando en la puerta. Fue hasta él y lo saludó con un tierno beso en la mejilla. Su padre lo vigilaba como águila desde la cocina.

Fue hasta allá para darle un abrazo a su padre.

── Me voy papá ──avisó, se dirigió a su madre para también abrazarla──. Adiós mamá.

── Si Junghwan no vuelve a casa a la hora acordada, ya verás ──advirtió el padre a Haruto.

── Así será, señor ──prometió un poco intimidado.

Salieron de la casa ambos jóvenes y Junghwan se sorprendió un poco al encontrar el auto de papá estacionado afuera.

── ¿A dónde vamos? ──le preguntó el castaño.

── Al parque de diversiones ──respondió el más alto.

── ¿No arruinará tu look de chico malo ir? ──ambos rieron por la pregunta.

── Sí, pero recuerdo que tú dijiste que querías ir ahí con Yoshi, pero conmigo será mucho mejor.

── Es tierno que lo recuerdes ──sonrió.

── Por cierto, a petición de tu padre será una cita doble ──confesó haciendo que Junghwan abriera un poco los ojos──. Así que iremos con tu hermano y su novia.

── Debí imaginar que mi papá mandaría a mi hermana ──bufó.

── Tranquilo, será divertido.

Se dirigieron al auto y subieron a el, dónde esperaban su hermano con su novia de copiloto. El trayecto al parque de diversiones fue agradable, el hermano mayor de Junghwan y a Haruto se llevaron muy bien. Ambos igual de egocéntricos.

Resultó la conciencia de que la novia de su hermano, Nako, conoce a Haruto desde antes. Ambos fueron vecinos cuando vivían en Japón.

── ¡Llegamos! ──anunció el hermano mayor.

── Nos vemos a las seis y media en la plaza, ¿okey? ──dijo Nako.

── Espero, ¿nos separaremos? ──preguntó confundido Junghwan.

── Hoy abren la nueva montaña rusa, Nako y yo la hemos estado esperando desde que la anunciaron.

── Así que haremos fila por dos horas y Haruto ya tiene planeada su cita, no vamos a arruinarla haciéndolos esperar ──dijo con una sonrisa Nako.

── Bien los veremos en dos horas ──respondió Haruto alegre.

Todos bajaron del auto y cada pareja fue por su lado.

── Papá sabe de esto?

── No, es un secreto vaquita ──le sonrió cómico.

Iba a soltar una queja, pero fue interrumpido por la mano de Haruto tomando su muñeca y jalandolo hasta donde estaba el carrusel.

── ¿Quieres subir? ──preguntó el pelinegro.

── No estoy seguro, es que... ¿No te da vergüenza? ──se ruborizó y miró con una pequeña sonrisa al más alto.

── Para nada, de hecho, quiero subirme contigo ──animó.

── ¡Genial!

Se fueron un momento a comprar los boletos y al volvieron al carrusel, dieron dos boletos y subieron a la atracción. Haruto insistió en ir a la carroza de Cenicienta y así hicieron, su niño interno pedía a grito ir hasta allá y lucirse como el apuesto príncipe que es.