Lauren
Antes, me gustaba tanto venir al instituto, sé que muchas personas odian tener que levantarse temprano, yo también lo odio, pero fuera de eso, me gusta asistir y aprender en cada clase algo diferente. Biología, adoro esa materia, es a la que más empeño le dedico. A las demás también, pero si hablamos de biología, es en esa materia donde mejor me destaco.
En los tres primeros años no tuve problemas con nadie, era fácil pasar desapercibida, mis únicas amigas en el instituto son Dalia y en el salón tenía a Trina, y eso para mí era suficiente.
Cuando empecé las clases, mis expectativas eran las mismas que las de los tres años atrás, no meterme en problemas, sacar buenas calificaciones y aprender de cada materia lo más importante.
Pero, mi lado despistado tenía que salir en el peor momento.
Lidia, a nadie le había tenido tanto miedo como a ella. Se metió en mi mundo con el objetivo de derrumbar todo a su paso y, como la cobarde que soy, se lo dejé fácilmente. Ella es el tipo de persona que no dudaría ni un segundo en utilizar algo que te va a lastimar en tu contra. No sé qué la motivó a volverse una persona sin corazón, literalmente hablando.
Sí, pueden decir que pude haber ido en su contra, desde un principio, pero no tengo fuerzas para enfrentarme con ella; sé que no debo dejarme derrotar, pero no es tan fácil como uno lo piensa.
En mi familia libero una batalla, nadie, a menos que lo esté pasando o lo haya vivido como experiencia, sabe lo que es luchar por la aceptación de los demás. Siempre me dicen que un día voy a desaparecer de lo delgada que estoy, me alimento bien, y hago todo lo posible por ganar más masa muscular, pero todo es en vano.
—Nunca vas a encajar en nuestra sociedad y hasta que no lo entiendas no te dejaré en paz —gritó Lidia a una distancia considerable—. Es tan divertido pasar el tiempo libre haciéndote sufrir un poco. Debo seguir buscando ideas nuevas. Las que tengo no me parecen suficientes para divertirme como quiero.
Yo me encontraba sentada en el pavimento, entre todas las chicas que a mi alrededor se encontraban. Me sujetaron para evitar que me soltara y me amarraron. Eran cómplices de Lidia. Me habían arrojado el agua sucia que dejan luego de limpiar toda la institución, mi uniforme estaba arruinado, todo mi cabello era un desastre y olía de una manera tan desagradable que era difícil respirar.
¿Cómo llegué aquí?
Estaba a punto de entrar al salón de deportes cuando Lidia apareció para pedirme que la ayudara sacando una mesa y una silla del salón de música. No pude negarme y fui a ayudar en lo que me pidió. Cuando caí en cuenta de que algo no andaba bien, ya era tarde. Todas me bloquearon la salida y al mismo tiempo me sujetaron para poder amarrarme.
Cada vez que me cruzaba con Lidia sospechaba que hacía aquello de forma planeada.
—¿Por qué es tu presa favorita? ¿Acaso no sientes remordimiento por todo lo que le haces? —se atrevió a preguntar Valeria.
Antes de que Lidia le respondiera a sus dos preguntas, le dio una mirada de pocos amigos, se acercó a ella y la tomó del cuello.
—A mí nadie me habla de esa manera, y si no quieres poner en riesgo tu lugar junto a mí, mejor mantén tu mugrosa boca cerrada —estaba apretando más su agarre sobre su cuello, pero Valeria solo estaba quieta, sabía que era lo mejor después de haberla provocado de esa forma como lo hizo hace unos segundos —y no creo que quieras estar lejos de mí, en tu diario dice que amas estar cerca de mí y que me de... —Valeria gritó y ella guardó silencio.
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Serendipia
Teen FictionÉl, deseaba con fervor un milagro, algo que le devolviera esa felicidad que una enfermedad le arrebató. Veía los días pasar sin realmente sentir emoción, procesaba que la muerte en cualquier momento le haría una visita inesperada y le diría que Game...