Capítulo 18.

19 3 0
                                    

Thomás

¿Por qué debíamos venir a clases tan temprano?

Mamá acababa de dejarme en la entrada del instituto. Me dio un cálido beso en mi frente y me pidió avisarle cualquier cosa que ocurriera.

Moría de sueño, iba a pasos lentos por el largo pasillo a la clase de astronomía.

Eran pocos los compañeros que habían en el salón cuando llegué.

—¿Todo bien? —se acercó Diego estirando un puño para chocarlo conmigo.

—De maravilla —respondí su saludo y sonreí forzadamente.

—Ni te lo crees, cambia esa cara —pidió caminando conmigo hasta nuestros asientos —la profesora no vendrá, hace rato vinieron Lauren y su amiga, Dalia, creo que así se llama, a decirnos que se le presentó un inconveniente y ajá.

—Debí quedarme durmiendo, maldición —chillé molesto.

Me levanté para irme a caminar.

Deambulé un buen rato y recordé el lugar que Lauren me había enseñado.

¿Estaría ella ahí?

De solo pensarlo me sentí nervioso.

Quería verla.

Y ahí estaba cuando llegué a su lugar secreto.

Desde aquí no podía verme, se encontraba de espaldas.

Me acerqué sigilosamente, me incliné y le cubrí los ojos. Ella dio un respingo y colocó sus manos sobre las mías.

—Decker, suéltame —pidió entre risas.

—¿Cómo sabías? —pregunté descubriendo sus ojos y me senté a su lado, en el pavimento.

—No recuerdo haberle dicho a nadie más de este lugar, tonto —comentó sin mirarme.

Su atención estaba puesta en su guitarra.

—¿Qué hacías? —la pregunta era tonta, quería fastidiarla un poco.

-Aquí, picando aliños sobre mi guitarra -respondió ocultando las ganas de reír.

-Quiero verte tocar.

Aceptó a mi petición.

—Se llama Domingo y es de Susana Cala —posicionó la guitarra entre su pierna y su brazo y comenzó a tocar y para mi sorpresa, a cantar.

Yo te conozco desde siempre
No entiendo cómo de repente
Llegó tu ropa a mi cajón
De pronto fue el destino
Digamos que fue un accidente
Que todo fue culpa del vino
Pero no tiene explicación
Soñar contigo

Porque solo hay algo
En lo que pienso ahora mismo
Si vienes tú a mi casa
O si voy yo a tu casa
Y dime que nos pasa
Somos un beso que no conoce la luz del Sol
Somos un Viernes pero no un Domingo
Miradas por descifrar
Muchos dirán que un error
Hoy lo que somos ya no lo distingo
Pero no somos amigos

Solo me queda ser prudente
Para ocultar lo que se siente
Estar cargando un corazón
Que está tan confundido
Porque tú eras mi confidente
Ya no puedo contar contigo
Cómo te cuento que pasó
Si eres testigo

Porque solo hay algo
En lo que pienso ahora mismo
Si vienes tú a mi casa
O si voy yo a tu casa
Y dime que nos pasa
Somos un beso que no conoce la luz del Sol
Somos un Viernes pero no un Domingo
Miradas por descifrar
Muchos dirán que un error
Hoy lo que somos ya no lo distingo
Pero no somos amigos

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora