La "Guardería"

"Rápidos y Peques"

Un día más en la guardería, donde la mayoría de los niños que no alcanzaron a llegar temprano antes de que empezara a lloviznar se quedaron en casa.

Los demás pequeños se encontraban jugando o bien comiendo algún postre de frutas, disfrutando de la calidez de estar adentro refugiados de la lluvia, mientras que a otros les gustaría jugar afuera y mojarse un poco, pero la cuidadora Umiko no lo permitirá, ya que le costó mucho limpiarlos la última vez.

— Solo será un momento, por favor, ¿Siiii...?

— Ya les dije que no. Y no es no. Será muy malo para ustedes si se enferman.

Tanto Baji como Kazutora, Mikey, Takemichi, Nahoya y Chifuyu hicieron un puchero, inflando sus ya regordetes mejillas. Su carita inocente y la de perritos regañados cada vez surte menos efecto en ella. "Qué aguafiestas", pensaron tumbandose en frente de la ventana viendo las gotas caer.

Para la hora de la comida, Nomi, la cuidadora mayor, les propuso ver una película mientras comen. Ella tenía tantas ganas de ver una película desde hace un tiempo, así que solo puso las escenas que más atención les llama a los niños: las carreras de autos.

Nomi les explicaba en palabras que puedan entender de qué va la trama, quienes eran los enemigos a vencer, los protagonistas, sus amigos, etc., pero lo que más les llamaba la atención eran esas maniobras que hacían los mayores manejando esos monstruos. Más de uno le preguntaba a la mayor qué tipo de auto era el de tal personaje, qué significa "Nitro", y ya estaban teorizando quién le ganaría a quién.

Claro que la señorita les recordaba a cada rato que solo era ficción, que eso solo ocurría en las películas y, si se lo proponen, también en su imaginación.

Al final de la película los pequeños cayeron dormidos, ya no pudieron salir al patio después de que la llovizna cesara, suerte para las muchachas que tuvieron todo listo antes de que sus padres y sus hermanos mayores llegaran.

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Al día siguiente, las señoritas estaban en la cocina limpiando los utensilios después del almuerzo.

— ¿Los niños están jugando afuera?— pregunta Yuki acomodando la alacena.

— Sip y esta vez deshice la mayoría de los charcos grandes, sin problemas— responde Umiko haciendo una expresión de confianza alzando el pulgar arriba cerrando un ojito.

En tanto en el patio recreativo:

— ¡Damas y caballeros, muy pronto empezaremos con esta emocionante carrera y espero que todos estén listos!— anuncia Mikey estando encima del banco de la mesa más grande del patio.

Los gritos de euforia se escucharon por doquier, la mitad de esos pequeños solamente seguían el juego al no entender bien que esto lo hacen gracias a una película que vieron ayer, de lo que se perdieron.

— ¡Muy bien, sin más tardanza, aquí están los participantes!— ambos pequeños se colocan en la línea de salida y el rubio en medio de ellos— ¡De este lado tenemos a uno de mis mejores amigos, Baji!

El pequeño pelinegro alzó ambos brazos con los puños cerrados y los demás gritaron palabras de ánimo.

— ¡Y de este lado, el retador Chifuyu!— el pequeño bicolor imitó al otro y también fue recibido por el público con euforia—. El ganador que logre llegar con éxito a la meta de una vuelta se llevará el premio especial: ¡Una bolsa entera de galletas de ojuelas de oro!

Voltearon la vista al premio sorprendidos y con apetito; dicho trofeo está siendo cuidado por las pequeñas Hinata, Yusuha y Emma, porque conocen a su gente y saben que a más de uno les gustaría probarlo, pero es un premio y el ganador compartirá con ellos si lo desea.