Todos se vuelven a reunir en la sala general, donde cambian de lugar los actores y espectadores para presentar un último cuento.
El telón vuelve a ser levantado, pero esta vez no se tratará de piratas o criaturas acuáticas, será más bien de valientes guerreros dispuestos a enfrentar a terribles criaturas que atormentan a los suyos.
— Adelante, ya casi estamos cerca de la cueva del dragón— de pronto aparece a escena la marioneta de Hanagaki siendo seguido por sus demás amigos.
— Ten cuidado líder, pude ser peligroso adentrarse en terreno desconocido— advierte una mini Senju a su lado una vez que llegaron al lugar.
— No hay de qué preocuparse, estaremos bien siempre y cuando vallamos con cuidado— habla firme y determinado sin dejar de avanzar y sus compañeros lo siguen sin dudar.
En esta ocasión, para más suspenso e intriga, corrieron las cortinas de las ventanas, cerrando todo paso de luz de afuera, apagaron las luces de adentro y solo prendieron unas cuantas velas para que la escena tenga un aire histórico. Unos cuantos del público aún tenien un pequeño hueco en el estómago que están llenando con palomitas de maíz, en tanto aprecian cada suceso de la historia.
— Aquí está, como lo decía la leyenda, ¡Es el tesoro!— expresa emocionado la marioneta de Taiju al momento que una pequeña linterna alumbra a las monedas de oro de juguete en el escenario.
— ¿Quiénes osan robar nuestro tesoro?— se escucha una voz misteriosa al fondo.
— ¡Muéstrate, quien quiera que seas!— ordena el líder del grupo.
Aparecen en ambos lados del escenario un par de marionetas de dragón bastante grandes y temerosas acorralando a los guerreros, provocando sorpresa en los espectadores que no se lo esperaban.
El pelilila las hizo porque ya tenía bastante experiencia en ello, Hanagaki le ayudó un poco y se dió cuenta de la futura vocación de su amigo, le irá bien sin duda.
— Nosotros somos los guardianes que custodian este tesoro y no permitiremos que se lo lleven— sentencia el dragón a la derecha, que ya varios reconocieron que es la voz de Ryuguji.
— Por favor, dragón, necesitamos un poco para proteger a nuestro pueblo de los demonios— les habla amistoso el líder.
— ¿Los Cacodemonios?— cuestiona intrigado el gemelo dragón a la izquierda.
— Así es y necesitamos de su oro para forjar las armas capaces de derrotarlos— aclara la pequeña Senju alzando su mini espada de hierro.
Solo pocos del público entendieron de dónde sacaron ese nombre para los monstruos que hicieron, pues lo vieron en un videojuego que tenía guardado el hermano de Senju el otro día cuando fueron a jugar a su casa.
Volviendo a la historia, los dragones gemelos conocen a esos demonios, son seres del inframundo que aterrorizan a los animales y atacan a los humanos, si continúan con esa destrucción, pronto llegarán a sus tierras y siendo los últimos de su especie no podrán derrotarlos solos.
— Está bien, pero con una condición, una vez que derrotamos a los Cacodemonios devolverán el oro que tomaron— habla Takashi una vez que la desición de ambas criaturas está tomada.
— Bueno...
— Sí, lo devolveremos, Taiju.
— Está bien.
Se rinde el peque de Shiba sin poder conservar un poco de esa piedra preciosa, no es capaz de ir en contra de la voluntad de su líder, claro que en avaricia no fue el único, uno que otro espectador pensó lo mismo si estuvieran en su lugar.
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La "Guardería"
Hayran KurguSerie de One Shot's relatando diferentes situaciones en la vida diaria de los pequeños personajes, en las que nuestro héroe llorón se verá envuelto, conviviendo y ganándose la confianza y respeto de quiénes llegarán a conocerlo. - AU de recuentos de...