La "Guardería"

"Para el hermano menor" Parte 2

Al abuelo Sano casi le da un infarto al ver a tantos pequeños en su casa cuando llegaron de la guardería, cualquiera pensaría que se equivocaron de jardín de niños o que son muchos los que les apasionan las artes marciales, lo cual no sería mala idea practicar de una vez.

— Si te mueves ya pierdes... Un, dos, tres— termina de cantar y rápidamente voltea la cabeza hacia atrás, donde ve a sus amigos quietos después de recorrer otro pequeño tramo del camino hasta la meta.

Luego de unos segundos, vuelve la cabeza a la pared y cierra los ojos volviendo a cantar mientras escucha pequeños pasos acercandose.

Al girar nuevamente, observa que alguien no se colocó en buena posición y finalmente sede de inmediato.

— Te moviste, Baji— sentencia el pequeño Draken acusador.

— Mooo... No es justo, te tardaste mucho viendo— trata de refutar acomodando su cabello que fue lo que le estorbo en su campo de visión.

— Más te estás tardando tú distrayendo a los demás haciendo berrinche, quedas fuera— expone firme, haciendo que un molesto Keisuke se retire del juego para que los demás puedan moverse de una vez—. Si te mueves ya pierdes... Un, dos, tres— entre más se acercaban a la meta más rápido iba la canción—. ¡Ja, te moviste, Smiley!

— ¡Nooo...! ¡Ya casi llegaba!— expresa estando a solo unos pasos de la meta, fue bastante rápido pero no se detuvo a tiempo.

Ahora solo quedan Mitsuya, Kazutora,  Manjiro y Takemichi en el juego, están cerca, casi pueden sentirlo.

— Si te mueves ya pierdes... Undostres— los tomó por sorpresa y un par no se detuvieron a tiempo—. Kazutora y Takemicchi quedan fuera.

— ¡Aaahh! ¡Tan cerca y tan lejos!

— Casi me caigo jajaja...— expresa divertido el blondo y ambos se retiran del juego con un brazo sobre los hombros ajenos en un pequeño abrazo.

— ¡Tú puedes, Mikey!

— ¡Adelante, Mikey!

Cada uno alenta a su favorito, tanto Izana como Smiley no piensan desanimar al jefe en su oportunidad de ganar.

— “¡¿Nadie me apoya a mi?!”— piensa frustrado el pequeño Mitsuya, no puede reclamar por seguir jugando.

— ¡Ambos pueden, Mikey, Mitsuya!— los ánimos del de ojos azules distrajeron a los peques estando a dos pasos de la meta.

— ¡Se movieron, ya perdieron!— sentencia Ken cuando los vió voltear la cabeza en dirección a los espectadores buscando al blondo.

— ¡Aaahh... Rayos! Takemicchi me distrajo.

— Hasta me sentí con más ganas de llegar que antes.

Todos ven a Hanagaki quien se siente apenado por las miradas acusadoras sobre él.

— Ay, no era mi intención, lo siento— se disculpa con los dos últimos jugadores, los mismos no pudieron enojarse con él, así que de inmediato el pelilila le dijo que no se preocupara, pero el jefe quería torturarlo un poco.

— No puede ser, estaba cerca de ganar, Takemicchi me hizo perder a propósito— sus palabras dejaron desubicados a los invitados y al blondo preocupado.

— Disculpa, Mikey, no era mi intención— repite esta vez dirigiéndose al otro que solo aparta la mirada "inconforme".

— Y en mi cumpleaños, muy mal, Takemicchi— sus ojitos estaban mostrando falsas lagrimas.

— Perdón, ya, no lo vuelvo a hacer— le da un par de palmadas en su cabeza una vez que le da un abrazo de "reconciliación".

Los demás solo ven el teatro que está montando el jefe, tan descarado y molesto.