Esa tarde se sentía fresa y a la vez tan calurosa que si te acercabas a descansar en la sombra pronto sentías frío y si decidías acercarte a lo cálido del exterior sentías el calor del sol quemarte, un tiempo tan defectuoso el de hoy.
— Encargo, encargo, mi primer encargo— tararea sonriente la pequeña sin dejarse agobiar por dicho tiempo ambiental; dobla la esquina de la calle estando cada vez más cerca de su objetivo.
— El retoño ya dobló la esquina, repito, el retoño dobló la esquina— habla por el teléfono en la llamada compartida con sus otros dos amigos.
— Bien, punto B, ¿Puedes verla?
— Que no me llames así— contesta Imaushi en tono molesto.
— ¿Puedes verla o no?— Takeomi imita su misma reacción en la llamada, a lo cual su amigo suelta un suspiro fastidiado.
— Sí, ya puedo verla— en efecto, ve discretamente cómo entra a la tienda para después buscar rápidamente en el gran refrigerador un paquete de jugos de sabores—. Repitamos, ¿Por qué estamos haciendo esto?
— Porque me lo deben, pon atención a su alrededor— responde el único hermano mayor de los tres por la llamada compartida.
— ¿Deberte? Yo no te debo nada, idiota— quería alzar la voz pero es posible que la pequeña lo reconozca y se meta en problemas, así que solo habló bajito.
— ¿Ya olvidaste que en el cumpleaños de Shinichiro terminaron en la comisaría y tuve que pagar su fianza? Ya no les vuelvo a dejar las llaves de las motocicletas, par de ebrios— les refresca la memoria pasando de un tono sarcástico a enojado.
— Cuánta agresividad— habla un indignado Arashi.
— ... Con esto saldo la deuda— suda frío el de pelo largo al recordar aquella noche.
— Ya quisieras, primero asegúrate que Senju salga de ahí en una pieza.
— No sé porqué te preocupas tanto, ella es muy fuerte y muy lista, casi derribó a Benkei en el último entrenamiento.
— ¿Eso es cierto?— pregunta burlón y curioso el hermano mayor.
— Ah, pero tenías que mencionarlo, maldito Wakasa— contesta molesto escuchando las risas de los otros, quería mandarlos a volar sino fuera porque está lejos de ellos.
— Oh, ya pagó la compra, ahora va de regreso— anuncia el mayor viendo a la pequeña acomodar mejor su mochila rumbo a la salida.
— Bien, procuren que no los vea o se enfadará— aclara como última petición a la operación “Asegúrense que nada salga mal en su encargo” que nombró Akashi sin tanta creatividad.
La última vez que la pequeña quería hacer un encargo sola no salió tan bien, ya que su hermano mayor siempre estuvo al pendiente de ella en cada paso, al final lo descubrió y regañó diciendo que jamás podrá ser una niña grande si siempre la está molestando. Cosa que Takeomi solo hacia por su bienestar, pero no le fallará esta vez.
Senju salió de la tienda sintiéndose orgullosa de sí misma y con la frente en alto regresaría a su hogar. Más, un ruido proveniente del otro lado de la calle le llamó la atención, ahí reconoció el gran parque de juegos donde la mayoría de niños van a divertirse; tenía curiosidad por ese lugar pero no podía desviarse de su responsabilidad.
Acomodó mejor su sombrero y decidió dar un último vistazo al parque, cosa que no pudo evitar y más cuando vió cierto símbolo que se le hace muy familiar en la entrada.
— Mmmh... Solo será un momento— se anima a presionar el botón que le permite el paso a los peatones en la calle, donde solo tuvo que dar un gran salto para alcanzarlo.
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La "Guardería"
FanfictionSerie de One Shot's relatando diferentes situaciones en la vida diaria de los pequeños personajes, en las que nuestro héroe llorón se verá envuelto, conviviendo y ganándose la confianza y respeto de quiénes llegarán a conocerlo. - AU de recuentos de...