Al cumplir los 9 años de vida, Teagan empezó a creer que había algo dentro de ella que exigía salir. Algo como una fuerza, un cosquilleo en las manos cuando sus emociones se intensificaban o los objetos que se movían solos cuando ella se concentraba lo suficiente en eso; para ser sincera con ella misma creyó que estaba enloqueciendo, no le contó a su padre pues sabía cuál sería su respuesta, tampoco a Morgana o a Gwen porque no quería molestarlas con cosas insignificantes.
Nunca tuvo problema alguno con la noche y no le encontraba sentido a la gente que le tenía miedo, creía que era el mejor momento para caer entre las sábanas rojas y el silencio aturdidor que le permitía pensar."Las personas no le temen a la oscuridad, le temen a lo desconocido"
O eso recordaba haber escuchado de su padre cuando ella era más pequeña y le pidió que se quedara a su lado, que no apagara las velas y que la acompañara hasta que quedara dormida. Para su sorpresa esa noche Merlin accedió.
Teagan resultaba ser bastante independiente, aprendía rápido y evitaba mostrar cuando algo no le parecía pues quería ser fuerte y valiente como su madre, esa fue la razón por la que jamás volvió a pedirle a su padre que se quedara en la noche y la razón por la que no volvió a temerle a la oscuridad.
Al menos hasta esa noche.-¡Teagan!-. Merlin pronunció, tenía la respiración agitada como si hubiera corrido a toda velocidad por el castillo y el bacúlo en la mano.
La niña estaba sentada en el rincón de la habitación que solo era iluminada por la cortina medio abierta, abrazaba sus propias piernas como si tratara de esconderse de algo realmente tenebroso, tenía los cabellos despeinados y lágrimas corriendo por las mejillas.
-¿Hay alguien aquí? ¿Alguien te hirió?-. El mago preguntó pero su hija se puso de pie rápidamente y corrió hasta él para abrazarlo y seguir llorando llena de pavor.
Merlin miró el lugar detalladamente, las cosas estaban fuera de su lugar, habían unos adornos de cristal rotos y las sábanas estaban tiradas por el piso como si Teagan hubiera bajado de la cama corriendo.
Pero no había nadie más que ellos dos.-Teagan, cariño...-.
-Es mi culpa-. Mencionó con dificultad, la voz entrecortada le impedía respirar y explicarse al mismo tiempo.
En un simple movimiento del bacúlo la puerta a las espaldas del mago se cerró, las velas se iluminaron y todo volvió a su lugar.
La tomó entre brazos con delicadeza y la ayudó a sentarse en la cama mientras calmaba sus sollozos, Merlin se colocó a su lado acariciando levemente sus cabellos para intentar ayudar.
Ella secó sus propias lágrimas y se esforzó por calmarse a pesar de sentirse muy mal, su padre se preguntó cuántas veces había llorado y había fingido lo contrario.-Hija, ¿qué fue lo que ocurrió?-.
Pero no hacía falta una explicación porque todo estaba claro, el día que que menos esperaba por fin había llegado y Merlin era consiente de eso.
No era un tonto, sabía que Teagan tarde o temprano llegaría a demostrarlo pues desde su nacimiento pudo sentir lo que había en su interior.
Magia poderosa, un don de nacimiento.
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La protegida
FanfictionTodos conocían su nombre, muchos la admiraban, otros le temían y existian aquellos que la amaban. Antes de la valentía y la gloria también había una chica con un pasado que la forjó. "No creo que no exista ni una sola chica que no llame tu atención...