Rojo sangre

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Teagan era el tipo de chica que pensaba en que la opresión por ser mujer era un problema serio, que el matrimonio en aquella época era como firmar un acuerdo de tortura para la esposa además de que ellas eran constantemente subestimadas; por supue...

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Teagan era el tipo de chica que pensaba en que la opresión por ser mujer era un problema serio, que el matrimonio en aquella época era como firmar un acuerdo de tortura para la esposa además de que ellas eran constantemente subestimadas; por supuesto que todas esas ideas dieron fruto de todas las enseñanzas de Morgana. Consideraba que los hombres eran unos completos idiotas y que jamás ninguno de ellos sería suficiente para ella y sus pensamientos adelantados a su época, quizás solo uno, uno en el que trataba de no pensar.
Y sin embargo a menos de 24 horas de su boda estaba dando vueltas y mordiéndose las uñas en la habitación de su futuro esposo, buscando la valentía para que cuando él entrara por la puerta ella pudiera decirle "creo que no estoy conforme con esto".

«Ahora que lo pienso siento lástima por tu futura esposa, imagínate apellidarte Casperan»

Teagan Winchester no sonaba tan bien como el apellido de Douxie después de su nombre.
Seguía arrepentida porque el matrimonio en aquella época seguía siendo lo que ella no aspiraba en una relación. Sonaba loco, pero quería que su futuro esposo respetara su espacio y libertad, que la escuchara, respetara y no la juzgara, que diera la vida por ella y sea cómplice de las cosas más absurdas que pasaran por su cabeza.

—Maestra llévame contigo—. Murmuró antes de tirarse con frustración a la silla que estaba detrás de la mesa de Simon.

A veces creía que tenía muy buena intuición, pues sintió una necesidad inhumana de revisar el cajón que estaba en aquel escritorio.
Se aseguró que nadie viniera y lo abrió mirando el contenido, un montón de borradores de cartas que parecían haberse escrito bastantes meses atrás y cuyo destinatario era nada más y nada menos que el padre de Simon.

"Querido padre, no vas a creer la increíble noticia que te tengo.
La encontré, encontré a Teagan Ambrosius después de haberla buscado desde que tengo memoria, no tienes ni idea de lo hermosa que es y lo feliz que estoy de que ella accedió a venir a Irlanda conmigo"

Ella sonrió por un momento, le parecía tremendamente dulce como él hablaba de ella desde la primera vez que la vio.
Quizás era incorrecto seguir leyendo aquellos borradores, pero no pudo evitar hacerlo.

"Si te soy sincero ella no me ama y jamás lo hará, pero no me rendiré hasta demostrarle que la quiero y que no me gusta perder. No permitiré que Teagan Ambrosius se me escape, ninguna lo ha logrado"

Ella tragó en seco, algo asustada por como el tono de la carta había cambiado.
Abrió la de unos meses después.

"Ella aceptó casarse conmigo a pesar de que no siente nada por mí. Fue simple porque la pobre bruja está tan dañada y sedienta por un poco de amor que cree que está haciendo lo correcto. Cuando se pone difícil solo tengo que recordarle como el sirviente de su padre la dejó, que su padre está muerto y su maestra se volvió loca"

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