—Así que el joven aprendiz de tu padre y tú...—. Morgana dio un rápido sorbo a su té mientras plantaba los ojos en la pelinegra que estaba a unos metros de ella.
La chica regó todos los pergaminos que tenía sostenidos y tropezó con ellos, las mejillas rojas y los ojos como platos solo demostraban una cosa, tenía miedo de que los hayan descubierto.
—Ma-maestra Morgana, ¿lo sabe?—.
—¿Que te escapaste hace unas noches del castillo con él? Claro que lo sé, y con lo evidente que eres cualquiera lo sabría—. La castaña sonrió, cosa que la tranquilizó.
—¿Cree que mi padre esté enterado?—.
—No, porque si no tú estuvieras castigada y el pobre chico muerto—. Su maestra se puso de pie para ayudarla a limpiar todo. —Te conozco demasiado bien para saber que has estado más feliz de lo normal y ayer me hablaste sobre cuarzos, cosa que yo no te he enseñado y que solo existen en una sola parte del bosque prohibido—.
Ella se quedó boquiabierta ante el razonamiento de la mujer, quería ser igual de genial que ella cuando fuera mayor.
—Igual no te quejaste del "irritable" (como tú siempre le dices) comportamiento del pequeño mago desde que lo que supongo fue su fuga nocturna, así que pienso que solo pudiste recurrir a él para que te ayudara a escapar—. Sonrió victoriosa. —Para tu buena suerte tu padre duerme como un muerto, así que jamás se entera de lo que pasa en las noches aquí—.
—Usted es asombrosa, ¿ya se lo he dicho?—. Mencionó Teagan aún con la boca abierta.
—Aunque no me lo hubieras dicho yo ya lo sabía. Lección 345, no esperes a que te digan lo asombrosa que eres, la única opinión que cuenta es la tuya—. Y revolvió suavemente sus cabellos antes de caminar hasta la gran mesa.
—¿Entonces no está molesta conmigo por haber ido al bosque prohibido?—.
—Claro que no. Escucha, yo te amo y jamás permitiría o superaría que alguien te hiriera, es más me atrevería a decir que mataría cruelmente a cualquiera que se atreva a tocarte un solo cabello—. Aclaró mirándola fijamente a los ojos. —Pero la sobreprotección no es la manera, y encerrarte como pajarillo en una jaula solo logrará que tarde o temprano escapes—.
Cosa que ya había hecho.
—Confío en tus habilidades, y si algún día quieres volver a explorar por ahí ten mucho cuidado, ¿si?—. Morgana preguntó ganando se un asentimiento y una sonrisa. —Y porfavor se más discreta, no me digas que también necesito enseñarte a mentir—.
—No creo que sea necesario—. Teagan pronunció tomando asiento frente a ella y comenzando a echar hiervas a un caldero.
—¿Así que Hisirdoux y tú ya son amigos?—.
Teagan sonrió al escuchar ese nombre, no podía evitarlo después de toda la diversión que había pasado ese día.
Pero la última palabra le borró la sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
La protegida
FanficTodos conocían su nombre, muchos la admiraban, otros le temían y existian aquellos que la amaban. Antes de la valentía y la gloria también había una chica con un pasado que la forjó. "No creo que no exista ni una sola chica que no llame tu atención...