—Maldición parezco vaca en exhibición—. Teagan susurró para si misma y tomó de mala gana una copa con un líquido desconocido y morado que estaba en la gran mesa junto a un montón de alimentos.
Traía el cabello perfectamente recogido en uno de los peinados que solo eran comunes en una princesa bonita, el vestido de gala que Morgana le había pedido le apretaba y no le permitía moverse como normalmente lo haría (agradeció que al menos respetaron cuál era su color favorito), sentía que si sudaba todo el rubor que tenía en la mejillas caería o que si bebía algo el rojo de sus labios desaparecería, incluso detestaba tener que estar cuidando toda la noche que los accesorios llenos de joyas plateadas no se perdieran porque evidentemente eran parte de las reliquia familiares de su maestra, la cual se había esmerado en ponerla como un diamante frente a un montón de chicos que parecían tirar saliva cuando la veían.
—Permítame decirle lo exquisito que se mira su vestido y lo bella que luce esta noche, rosa de Ambrosius—.
La pelinegra admiró el nuevo apodo que recibió de parte del desconocido que se le había acercado, pero estaba cansada de escuchar halagos que no la emocionaban para nada.
Quería subir a su habitación y dormir, o al menos encontrarse a Douxie y a Archie para tener una conversación cómoda que no implicara sonrisas falsas ante personas que criticaban a su maestra, o a entrometidos tratando de averiguar sobre su admirable e increíble padre y el misterio alrededor de su familia por la muerte de su madre.—Lo sé, me ví en un espejo como 30 veces antes de bajar—. Ella se alejó del chico con una sonrisa sarcástica y procedió a escabullirse entre la gente.
Ni siquiera podía estar con Morgana porque ella estaba demasiado ocupada saludando a todos los pobladores de Camelot que estaban dentro del gran salón del castillo.
Al menos el lugar se veía más bonito de lo normal al estar iluminado por enormes candelabros y adornos incrustados con joyas, además había un grupo tocando música espectacular, eso le hizo acordarse de Douxie y se preguntó de nuevo en dónde demonios estaba.—Eres exactamente igual a tu madre—.
—¡Por un demonio solo eso me faltaba, me importa un reverendo bledo si luzco igual a mi...!—. Teagan se calló de repente cuando al darse la vuelta se encontró a Merlin, mirándola fijamente con una mueca de disgusto ante su vocabulario. —Oh, hola—.
Dejó la copa que tenía en mano a un lado y pensó seriamente en si su bebida tenía algo que aún no tenía la edad suficiente para probar o era porque simplemente detestaba entre la hipócrita multitud.
—Morgana se esmeró en arreglarte—.
—No soy tú, no tengo algo malo en mí que haya que arreglar—. Y dándole una mirada de desprecio se dio la vuelta decidida a irse.
Merlin, que estaba muy acostumbrado a pasar por alto los problemas con su hija, decidió pararla.
—Me refiero a que estás muy linda, hija—. Y mostró una sonrisa que a Teagan le pareció la cosa más fingida que había visto. —Pido disculpas por lo de hace unos días, mi intención no era decirte esas cosas hirientes—.
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La protegida
FanfictionTodos conocían su nombre, muchos la admiraban, otros le temían y existian aquellos que la amaban. Antes de la valentía y la gloria también había una chica con un pasado que la forjó. "No creo que no exista ni una sola chica que no llame tu atención...