Cosas De Chicas || Max Mayfield Y Tu

25

*Tres meses después*
Narrador:
Todo iba genial en las vidas de T/n y de Max. Las dos se querían muchísimo y se necesitaban mutuamente. No podían vivir la una sin la otra. Todo empezó a torcerse cuando la madre de T/n falleció en un accidente de tráfico. T/n se quedó destrozada y dejó de ser la chica alegre que solía ser. Terminó con Max y se alejo mucho de todos. Empezó a vestirse de colores apagados y solo quería escuchar música. Casi no dormía por todas las pesadillas que tenía. Le dieron migrañas chungas, de esas que no se van con nada. Dejo la patineta. Solo quería estar sola en su habitación. Max lo comprendía. Sabía por lo que estaba pasando. A los chicos les dolía ver a T/n así. Cuando T/n iba al instituto no hablaba con nadie. Se limitaba a hablar con la psicóloga y ha escuchar música en clase. Ella se odiaba a sí misma por no pasar el tiempo suficiente con su madre. Pero después de todo, la vida continuaba. Por lo tanto debía, aunque no quería, ir a la prepa.
Esa mañana T/n se levantó tras quince  minutos dormida. Esa noche tampoco durmió nada. Se vistió y desayunó. Cojio su walkman y se fue para la escuela.
*Narra T/n*
Los últimos meses había estado muy mal pero ya tocaba ir a la escuela. Cuando salí de mi casa me diriji a la escuela ya que había una concentración de baloncesto. Max se había hecho animadora. Yo la Echaba de menos, pero no me sentía bien para volver con ella. Cuando llegue a la prepa me fui para el gimnasio pero la psicóloga me paro.
Psicóloga: ¡T/n! Ayer no viniste a verme.
T/n: Ah si, solo... se me olvidó que era jueves.
Psicóloga: Bueno, te espero después de la concentración.
T/n: Si, ok.
Dije esto y me aleje. Cuando llegue al gimnasio me senté lo más alejada posible de todos. Vi a Max salir vestida de animadora. Estaba realmente guapa. Cuando me vio me saludo pero yo mire para otro lado. Cuando terminó la concentración de baloncesto me fui para el despacho de la psicóloga. En el camino me crucé con Max.
Max: ¡T/n! ¡Espera! Toma.
*Andando*
T/n: ¿Que es esto, Max?
Max: Una entrada para el partido.
T/n: Max-
Max: Se que nunca vienes a mis exhibiciones pero esta es importante.
T/n: ¿En serio esto te importa?
Max: Pues si, ¿Y sabes? Quizá deberías buscarte algo con lo que relacionarte.
Yo me pare y me di la vuelta.
T/n: ¿A qué coño a venido eso?
Max: Mira, se que estas mal pero-
T/n: Claro, porque tengo que estar mal para dejar a la reina de las animadoras, Max Mayfield.
Max: No es es-
T/n: Mira Max, la gente cambia y yo he cambiado. Ya está.
Fui a entrar a la psicóloga pero volví hacia Max.
T/n: Ah, toma.
Le devolví la entrada.
T/n: Suerte en el partido.
Entre al despacho de la psicóloga y allí hablé un rato con ella. No me gustaba mucho ya que me hacía hablar sobre mi madre y sobre mi familia. Cuando salí de allí me fui para la cafetería. Me senté en una mesa apartada. No quería seguir así. Apartada de todos. Creo que estaba mejorando pero me seguía sintiendo muy mal. Decidí que si iría al partido de baloncesto. Cuando terminé fui hacia la mesa de las animadoras donde estaba Max. Cuando ella vio que yo me acercaba se sorprendió.
T/n: Emm, Max. He estado pensando que si quiero ir al partido.
Ella sonrió y de dispuso a darme la entrada.
Animadora x: Eh Max, ni se te ucurra darle la entrada a la rarita de la escuela.
Animadora x: *A T/n* No queremos bichos raros en el partido.
T/n: ¿Sabeis que? Tenéis razón... mejor... mejor me voy. *Apunto de llorar*
Dije esto y me fui corriendo al baño. Allí me encerré en un cubículo y empeze a llorar. 
Max: *A las animadoras* ¿Por qué la tratan así?
Max vino al baño y me encontró a mi tirada al lado de un váter.
Max: ¡T/n! ¿Estas bien?
T/n: Max, vete. No querrás que te vean con una rarita.
Max: Sabes que yo no pienso que seas una rarita.
T/n: Ya, pues tus nuevas amiguitas si.
Max: T/n, escuchame. Eres increíble. Y... te hecho muchísimo de menos. Por favor, ven al partido.
Yo asome la mano por debajo de la puerta del baño para que ella me diera la entrada. Ella así lo hizo.
Max: ¿Te lo pensaras?
T/n: Puede.
Max: Gracias.
Max se fue y yo me quedé un rato más más el baño. Cuando estaba lista salí y me tomé un paracetamol. Seguía teniendo migrañas y después de llorar eran más fuertes. Salí del baño y me dirigí a mi siguiente clase. Cuando la escuela terminó yo me salí y me fui para mi casa. Cuando llegue me senté en mi cama y contemplé las dos opciones que tenía. Una era ir a un partido para intentar re integrarme en la sociedad y la otra era pasar el día en mi casa, en pijama, viendo pelis y comiendo basura. La verdad esque me gustaba más la segunda. Al final me decidí a ir al partido. Me puse un mono negro con figuras de colores. Lo saque del fondo de mi armario ya que no era lo que últimamente me está poniendo. De hecho, me sentía algo incómoda. Me arregle el pelo y me puse linda. Por primera vez en mucho tiempo tenía ganas de salir. Fui al armario a por un cinturón y cuando iba a cerrar las puertas vi mi vieja patineta. La saque de allí y le quite el polvo. La mire con nostalgia. Extrañaba cuando salía y practicaba trucos. Me decidí a ir al partido en patineta. Posiblemente me caería, ya que no practicaba desde hace mucho tiempo. Pero seguro que lo disfrutaría. Salí de casa y me fui para el partido. Cuando llegue ví a unas animadoras, pero allí no estaba Max.
Como no la veía me senté al lado de los chicos. Ellos se sorprendieron al verme.
Mike: ¿T/n? ¡Has venido!
T/n: Si, yo también estoy sorprendida.
Once: Me alegro de que estés aquí, hermanita.
T/n: Si, yo también.
*Pausa dramática*
T/n: Oigan chicos, siento haberme apartado tanto. Les eché la culpa a ustedes y no fue justo. Solo... no me sentía nada bien y-
Lucas: Hey T/n, esta bien. Te entendemos.
T/n: Bueno, el caso es que quiero volver a juntarme con ustedes. Claro, si gustáis. 
Will: Si, obvio.
Dustin: Te hemos echado mucho de menos.
Mike: De echo, despues del partido vamos todos a mi casa. ¿Te quieres venir?
T/n: Si, suena bien.
Después de esto empezó la exhibición de Max. Me sentí bien, me sentí feliz. Y eso... eso era algo que llevaba sin sentir más de tres meses.