Serial Killers | COMPLETA |

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Venganza

La mañana vendrá de nuevo porque no hay oscuridad
ni estación que pueda durar para siempre
BTS - Spring Day)

Creo que todos vivimos en un infierno. Cada día, nos abrasan las crueles llamas de ese horrible lugar al cual pertenecemos. Algunos buscan responsabilizar a alguien más de sus desgracias. Creen que ese infierno donde viven no es su culpa. Lo tengo muy claro, siempre debe de haber un culpable para poder justificar cualquier pensamiento y cualquier acto, no importa que nosotros mismos seamos los únicos causantes de aquello. No lo sabía hasta que me señalaron, y lo único que pude hacer fue declararme culpable. ¿Inocente yo? Por supuesto que no. He cometido crímenes imperdonables ante los ojos de los demás. He sido un monstruo para muchos, así como ellos lo han sido para mí. Pero así somos, los seres humanos así somos. Y es que, ¿quién no ha hecho algo malo en esta vida? Desde un simple pensamiento hasta una terrible acción. Es por eso que quien se atreve a lanzar la primera piedra, esconde la mano. Porque muy dentro de sí mismos, muy dentro de nosotros, sabemos que nadie, absolutamente nadie está libre de culpa. Sin embargo, eso no significa que debamos pagar por los demás. ¿Por qué debería quedarme sin hacer nada? Si me estoy congelando en el tormentoso invierno, ¿por qué debería esperar a que algún rayo de sol me ilumine y descongele mi horrible situación? Odio todo eso. Acepto mis errores, pero no esperaré un milagro. Traeré mi propia primavera a mi vida. Me convertiré en el rey de mi maldito infierno. Y entonces, nadie se atreverá a volverme a señalar.

[22 de febrero 2021]
Jung Hoseok, 25 años.
Park Jimin, 23 años.
Jeon JungKook, 22 años

La habitación de los hermanos estaba oscura. JungKook estaba completamente dormido y Jimin lo miraba desde el marco de la puerta. Su hermano se veía tan vulnerable, como un niño perdido buscando a su mamá entre lágrimas y sollozos, algo irónico para ellos que no tenían una, o más bien, nunca la tuvieron. El recuerdo de aquella noche, donde pensaron que toda su miseria acabaría se adueñó de su mente. Si los hubieran encontrado culpables, ¿qué hubiera pasado con ellos? ¿Habrían entrado a la correccional y luego los hubieran liberado como se libera un animal que ha estado tanto tiempo en cautiverio? Tal vez no hubieran conocido a YoonGi ni a Hoseok, eso implicaría que JungKook no tendría la necesidad de buscar a la causante de todo y él no estaría tan enamorado de una persona que simplemente no lo ve. ¿Serían felices o se habrían perdido en la locura de vivir? Jimin quería hacer todo por su hermano. Lo haría todo por él, pero ahora no sabía que hacer. Su mente lo llenaba de aquella idea siniestra que no quería volver a repetir, pero que, muy dentro en su ser, a punto de salir de aquel infierno que mantenía en secreto, estaba dispuesto a realizar con gusto. Se mancharía las manos de carmesí con tal de salvar a su hermano de aquel dolor. Jimin estaba dispuesto a sucumbir ante la locura con tal de eliminar el veneno negro que ahogaba a JungKook.

El hermano mayor salió de sus pensamientos al sentir una mano sobre su hombro. Sabía de quién era, era la mano que sólo ha logrado rosar suavemente con el deseo de tomarla y entrelazar sus dedos con los suyos para nunca soltarla. Podía distinguir esa mano sin necesidad de estar en una casa donde sólo estaba su hermano, él y el chico que le saca suspiros. Podría reconocer cada parte de Hoseok incluso en la oscuridad, y eso que no ha tenido la oportunidad de tocarlo como si lo estuviera esculpiendo.

— ¿Cómo sigue? — preguntó el mayor.

— Se quedó dormido — Jimin cerró la puerta y bajo las escaleras hasta la sala —. No sé qué hacer. No quiero verlo arruinado. No puedo verlo así, Hoseok — se sentó en el sillón y subió sus pies para abrazar sus piernas, ocultando su rostro entre ellas —. No quiero que él... No quiero perderlo, no puedo perderlo. No a él.