EPÍLOGO

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Exceso de años después.

-Tengo una gran idea.

Entré en la habitación donde justo vi a Erick saliendo del baño, luego de ducharse, pero teniendo ya los pantalones puestos. Me mira pero se acerca a su armario a buscar una remera.

-¿Ah sí? ¿Y qué es?

Él encuentra una en lo que yo reaccionaba y dejaba de mirar su espalda y las gotas de agua que aún caían por su piel.

-Eh... Ejem... Salgamos a correr.

Él me mira por encima de su hombro antes de colocarse la remera y tirarse el cabello hacia atrás con ambas manos... ¡Diosa, parezco loba en celo! Que, dicho sea de paso, yo los pasaba en el fondo de los calabozos, encadena, a petición mía. ¡Pero parezco hormonal! ¡Basta!

-¿Ahora? - mira por la ventana -. Si se está haciendo de noche...

Me acerqué sonriendo ampliamente y lo tomé por las dos manos.

-Eso es lo divertido.

Lo jalé y lo saqué de la habitación, Erick rueda los ojos pero sonríe con diversión. Salimos del castillo y nos detuvimos un segundo, él me mira al transformarme y ambos empezamos a correr para adentrarnos en el bosque.

Yo lo miré mientras corría pero vi una roca frente a mí, salté sobre esta para impulsarme y dar un giro en el aire por encima de Erick y finalmente caer a su lado perfectamente.

-Wau...

Seguí corriendo a su lado pero ahora con una pose más arrogante. Él sonríe y ambos vimos un tronco caído al frente, Erick se posiciona, lo salta pero apoyando ambas manos sobre el tronco y así impulsarse, pasa en un arco hacia atrás por encima de una rama en un árbol alto y aterriza perfectamente frente a mí. Yo tragué grueso ya que le había salido muy bien y se vio sexy al hacerlo, pero aparté la mirada y bufé.

-Nada mal.

-¿Solo eso?

Asentí, pero lo miré solo para hacerle una seña con la cabeza para que me siguiera y eso hizo, lo guié un poco hasta que finalmente llegamos en el momento en que el sol terminó por esconderse. Desde afuera no se notaba por la maleza y todos los árboles, pero al estar dentro... la iluminación era completa.

-¿Y esto?

Erick mira a su alrededor confundido pero impresionado. Yo me posicioné en el centro y me volví a mi forma humana.

-Pues... quería invitarte a una cita, aunque temía que me dijeras que no, así que te traje de una vez.

Él me mira con diferentes reacciones pero sonríe ampliamente.

-Una cita, eh...

Vuelve a mirar a su alrededor, mira la decoración de las luces colgando de los árboles, el picnic en donde yo estaba y los diferentes tipos de flores adornando el lugar.

-¿Cómo piensas que te diría que no? Si es a lo que más quise invitarte por años.

Me sonrojé ligeramente, junté mis manos tras mi espalda mientras apartaba la mirada pero al instante, Erick estaba frente a mí levantando mi cabeza con una mano en mi barbilla. Nos miramos por un tiempo, ambos bajamos la mirada a los labios del otro, pero sentí el titubeo de Erick y me soltó, antes de apartarse un poco.

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