Narra Omnisciente
Kia yacía en el suelo de la ducha, inconsciente y perdiendo más sangre de la que ya había perdido. Cada vez estaba más y más cerca de morir...
Unos guardias llegaron al cuarto de baño y sujetaron a Víctor separándolo de Erick quien estaba más que cabreado, hasta los guardias tenían miedo, jamás habían visto a su rey de esa manera.
-Llenvenselo a los calabozos. ¡Ahora! - ordena Erick.
-Sí, su alteza.
-¡Tú no tienes derecho de tenerla! ¡No te mereces su sangre! ¡Tampoco ser rey, eres una deshonra para los vampiros!
-Y tú eres peor que la maldita escoria. - Erick se acerca a Víctor con los ojos rojos por la furia -. Yo mismo me encargaré de tu castigo. La muerte no será suficiente para ti.
Mira a sus guardias y con una simple mirada ellos se llevan a Víctor. Erick se da vuelta y mira a Kia. El olor de su sangre estaba por toda la habitación, pero eso a él no le importaba, ni que solo estuviera con una simple toalla mal puesta. Se le acercó y la cargó en brazos, para llevársela fuera del baño y acostarla en su cama mientras le hablaba a las criadas.
-Llamen a la doctora, de inmediato.
Ellas salen corriendo a por la doctora. Erick mira a Kia y se fija en que la pérdida de sangre hicieron que todos sus huesos se hicieran notar, los del rostro, los brazos, las piernas... parecía solamente un esqueleto con una manta de piel muy ligera y ahora pálida, casi sin color... Erick cubre el cuerpo de Kia con la manta, sin dejarse llevar por su cuerpo ya que, daba igual el estado en el que estuviera Kia, a pesar de todo... él reconocía su belleza absoluta.
Pero a él le molestaba todo eso, toda la atención que inconscientemente le daba. Toda la empatía que él sentía por una loba... Quería creer que solo la cuidaba por su sangre, porque si ella moría él dejaría de tener su sangre tan deliciosa. Pero muy en el fondo sabía que había otro sentimiento que no quería admitir y que quería borrar. Porque él no puede permitirse sentir algo así por un licántropo, aunque fuera su Alma.
-Su alteza... - la doctora, quien era una bruja, entra a la habitación.
-Hazlo rápido.
La bruja asiente y busca algo en su bolsillo, saca un frasco y se acerca a Kia, deja caer una gota en su boca ligeramente abierta y ambos esperan un momento.
-No sucede nada ¿Que hiciste? - pregunta Erick intentando evitar dejar salir su desesperación.
No porque estuviera alguien frente a él, sino porque el no quería sentir estas cosas por una loba que para él era solo una mascota... nada más.
-Espere un momento... - Dice la bruja agachando la cabeza.
Erick mira a Kia y se acercó un tanto asombrado al ver como su color volvía a la normalidad, comenzaron a desaparecer las marcas de sus huesos y al cabo de unos segundos, Kia volvió a la normalidad.
-Si no quiere matarla, más le vale que esto no vuelva a pasar - dice la bruja -. Pero si vuelve a pasar, use esto - le entrega el frasco -. Esto ayudará.
-Esta bien. Te puedes ir.
La bruja asiente y se va. Erick al escuchar la puerta cerrándose de nuevo, deja el frasco en el cajón de la mesita de noche y se sienta junto a Kia y la mira. Pero la puerta se abre y unos guardias entran a la habitación.
-¡Su alteza! Víctor se ha... - traga grueso -. Se ha escapado.
-No pueden ser tan incompetentes... - Erick se agarra el puente de la nariz y maldice -. Empiecen a buscarlo, traiganlo ante mí.
-Sí, su alteza.
Ellos se dan la vuelta nerviosos para ir rápido a buscar a Víctor pero de inmediato se sorprenden y bajan la cabeza como una reverencia ante la persona que había aparecido.
-Señorita... ¿qué hace fuera de su habitación? Sabe que no tiene que venir aquí.
-Quiero estar con él. - ordena ella.
-Pero señorita...
-Dejenla. Que entre... - habla Erick.
Los guardias asienten y se hacen a un lado para darle paso a la chica.
-Esta bien, tenga cuidado, señorita...
Abrieron la puerta completamente para que ella no se golpeara ni con la manija. Uno de ellos la ayuda a caminar y entrar a la habitación sin problemas.
-Gracias Hugo. - ella toca el rostro de aquel guardia que siempre la había cuidado, así que era inconfundible para ella.
-Siempre estaré a sus servicios.
La recién llegada mueve el palo que trae entre las manos y camina lentamente para no chocar o tropezarse.
-¿Erick? - pregunta ella estirando su mano libre al aire.
El nombrado se levanta y agarra su mano para hacerle saber que estaba allí y la guía para sentirla al borde de la cama.
-Aquí estoy, Kristal.
-Hermano ¿por qué ya no vas a saludarme?
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KIA
Vampiros|| Portada hecha por @Arleit_wiss, ¡muchas gracias! || Ser consciente de la manipulación emocional que alguien aplica sobre una persona es peor que no ser consciente de ella... porque sabes que tu dignidad y tu decencia desaparecen frente a tus ojos...