Capítulo 3

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Rasguñé el cristal de la ventana dejando marcas de mis garras por intentar controlarme y no lanzarme hacia allí. Gruñí y controlé mis instintos tanto como se me fue posible.

-Señor... tenemos información nueva. - habla mi madre agachando la cabeza en una reverencia.

-Bien, quiero oírla. - se sienta en el trono con una sonrisa y luego chasquea los dedos.

A los segundos aparece una loba casi desnuda. Él la toma acariciandola y mirándola con delicia, yo gruñí, muerde el cuello de la chica y succiona su sangre.

-La manada Saylors no soporta ataques por el sur, no tienen suficientes guerreros para cubrir bien esa zona. - dice mi padre.

-Y la manada vecina está pasando por una crisis. Su Luna está débil, muchos dicen que no sobrevivirá. Por lo que su Alpha no resistiría un ataque. - le sigue ahora mi madre.

¡¿Por qué le dan información de las manadas?! ¡¿Qué les pasa?!

-Bien, es muy útil...

Mi... Mate... tira a la chica, quien ahora estaba débil y pálida, al suelo, unos guardias la sacan de allí sin tener cuidado y eso me seguía molestando.

-Quiero que vayan y maten a su Luna.

¡¿Qué?!

-P..Pero... - mi madre da un paso al frente -Señor...

-¿Olvidan nuestro acuerdo? - él sonríe.

Por mi parte, no soporté más escuchar y ver esto, sin dejar de lado el hecho de que el olor de mi Mate me terminó matando... Rompí el cristal y caí en el centro de ellos. Unos guardias me rodearon pero yo solo miraba a mis padres con el ceño fruncido, ellos me miraban asombrados y preocupados.

-Que entrada más dramática... Escuché murmurar a mi Mate.

Volteé mi rostro hacia él y vi que me sonreía con amplitud.

-Esto es sorprendente...

Sabía a qué se refería con eso. Él lo sabía... sabía que yo era su Alma...

-¿Que sucede aquí... Madre... Padre? - Pregunté volviendo a mirarlos a ellos.

-Kia... - mi mamá se me acerca con lágrimas -. No queríamos mentirte.... lo siento...

-¿Qué es lo que me están ocultando? ¿Qué tienen que ver con él? ¿Por qué dan información de las debilidades de las manadas a nuestros enemigos?

Mi padre también se me acerca. Se veían culpables pero no arrepentidos.

-Cariño... escuchanos. Te lo explicaremos pero en casa, por favor vete...

-Oh no, ella no se va de aquí.

De un momento a otro lo sentí trás de mi. Tan cerca que su respiración chocaba con mi cabeza, mi cuerpo se tensó al instante.

-Señor... por favor, es por ella que hacemos esto, déjela ir. Se lo ruego. - mamá cae al suelo de rodillas para suplicar.

-¿Les dices tú o se los digo yo...? El porqué... no puedes alejarte de mi ahora que te tengo de frente. - Pregunta él cerca de mi oído y comenzando a tocar mi cintura con un brazo.

Gruñí frustrada y lo empujé con mi brazo en su pecho, pero consiguiendo que los guardias den un paso al frente, atentos a mis movimientos. El rey levanta la mano para detenerlos y me mira sonriendo.

-Me da igual quién seas o lo que seas para mí. Si te metes con mi familia, todo eso se va a la jodida mierda ¡¿Lo entiendes?! - lo agarré por su camisa con una mano y teniendo las garras fuera.

La sorpresa por mi atrevimiento era obvia en sus ojos, pero no pareció importarle mucho. Yo respiraba agitada, con el corazón acelerado y los ojos brillando en dorado. Él agarra mi muñeca y la aparta, pero no me suelta.

-Interesante...

-¿Kia? ¿Qué dices? ¿A..A qué te refieres? - mi madre me miraba extrada mientras mi papá la ayuda a levantarse.

-¡Eso no importa! - solté y me solté del agarre del rey.

Comencé a sollozar ya que todo esto me estaba ganando. Odiaba que mis padres estén en esta situación y más que este tipo sea mi Mate. Sabía que tenía que rechazarlo y eso... me dolía aún más.

Mi madre se me acerca y me acaricia el rostro quitándome las lágrimas.

-Kia... ¿Él es... ? - asentí interrumpiendo su pregunta.

Ella se sorprende tanto y mira a mi padre quien tenía la mirada perdida por el shock.

-¡Bien! Ya saben porque ella no se irá de aquí...

En un parpadeo ya estaba sentada en el regazo de mi Mate, quien está sentado en el trono.

-Saquenlos de mis tierras.

-¡No! - me intenté levantar pero él me agarra más fuerte por la cintura.

-¡Kia!

Mis padres se transforman en lobos. Miré a mi Mate con molestia.

-Yo, Kia Morgan, rechazo al rey de los vampiros como mi Mate y... - Él me interrumpe a medio rechazo.

-No querrás hacerlo... - me sonríe de una manera terrorífica -Mátenlos.

Abrí mis ojos de par en par y miré a mis padres aterrada.

-¡Mamá, papá!

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