Capítulo 37

6.9K 461 4
                                    

Último día... Hoy era el golpe, y comenzaba a ser de tarde. Golpeé tres veces la pared y esperé a que Brenda llegara, no tardó mucho para eso.

-¿Lista? - pregunta Brenda.

Yo me pongo la capucha y volteé a verla sonriendo y asentí.

-Lista.

Mis muñecas y tobillos se sienten tan bien por haberles quitado esas infernales cadenas al fin.

-Vamos.

Nos asomamos por la puerta de la habitación, los guardias nos vieron y nos hicieron señas para seguir nuestro camino. Lo hicimos silenciosamente, yo lo hacía cubriendo mi rostro con la capucha. Gracias a todos los guardias que servían a Erick, pudimos salir.

-Da la señal. - susurré a Brenda y ella saca una linterna de su bolsillo para apuntar a la pared y prenderla y apagarla.

-Listo, el resto están esperando, ven. - menciona.

Fuimos trotando hasta donde el grupo más grande nos esperaba, faltaba poco para que mi manada llegara.

-Chicos.

Brenda llama su atención, todos se voltean a vernos pero se quedan mirándome.

-Brenda... Esa persona... ¿Es... ?

Me quité la capucha mostrándome finalmente ante ellos y quienes no supieron controlar su asombro, algunos casi que se desmayaban por la sorpresa.

-Yo estuve ayudando a Brenda, y les aviso que mi manada vendrá igual... - hablé en voz alta.

-Brenda ¿Estas segura? Los lobos...

-Mi manada ayudará a salvar a su reino, ellos no tienen ninguna rivalidad con ustedes. Créanme ese fuera el caso, yo no habría contado con ellos.

Los vampiros se quedan callados hasta que escuché y percibí el olor de mi manada. Sonreí y al voltearme me encontré con ellos. Naomi y mis padres se me acercan, me abrazan con fuerza.

-Me alegro que estés bien...

-A mi me alegra que nos ayuden... - murmuré.

-Lo haríamos siempre.

Vi, atrás de ellos, la misma señal que Brenda había dado. Esa señal significaba que había llegado la hora.

-Es el momento. - avisé separándome de ellos.

-Debemos apresurarnos.

Saqué la botella con el otro líquido especial que Brenda me había dado la primera vez que nos vimos. Me la tomé de un golpe y sentí mis fuerzas renovarse por completo, pero me sentía mejor, más fuerte. Mis heridas cerraban rápidamente hasta que no tenía ni una sola. Mi cuerpo se había curado...

-Bien, rápido.

Salímos trotando y fui diciéndole a Naomi que separe a la manada en grupos y que rodeen el castillos. Con Brenda, Naomi y un grupo más de vampiros y lobos, fuimos hacia la entrada del patio donde nos esperaron el grupo que ya habían matado a los guardias y se unieron con los que nos ayudaron a salir antes.

-¡Hey!

Un guardia nos ve y comienza a llamar a los demás, yo fui hacia donde estaba y acabé con él rápidamente pero vi que venían más guardias.

-¡Ya! ¡Ataquen!

Mi manada se transforma y los vampiros sacaron sus colmillos para luego atacar a los que venían. Yo corrí intentando llegar hacia el salón del trono pero me sujetaron el cabello. Gruñí, saqué mis garras y agarré su cuello para luego destrozarlo

Un vampiro se me lanza encima pero Brenda lo detiene, lo lanza al aire y Naomi lo atrapa y le quita la cabeza.

-Te cubriremos ¡Corre! - dice Brenda.

Asentí y salí corriendo con Naomi y Brenda dándome paso entre toda la multitud. Abrí la puerta del salón del trono y muchos guardias comenzaron a posicionarse para atacarme. Víctor estaba en el trono sonriendo.

-Debí suponerlo... - habla con molestia -. Bueno, acabemos con esto. Mátenla.

Los vampiros se lanzan a por mí pero yo me transformé y me defendí de sus ataques comenzando así la pelea. Mi loba se sentía bien al poder salir al fin, así que le dejé todo el control a ella...

KIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora