Capítulo 21

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No tardamos casi nada en llegar a sus territorios y mucho menos en llegar al castillo. Los vampiros se nos quedaron viendo pero sin decir nada al respecto; por instinto escondí mi rostro en el pecho de Erick para evitar la mirada de todos los demás.

Nunca me gustó que se me quedaran viendo, y menos cuando se trataba de tanta gente.

Entramos al castillo y yo solo esperaba que me devuelva a los calabozos. Cerré mis ojos suspirando profundo, estaba agotada así que solo acosté mi cabeza contra el hombro de Erick y dejé que me devolviese a ese agujero. De todos modos no podría hacer nada para evitarlo...

Pero me sobresalté al sentir que me dejaba sentada en una superficie alta y fría. Al abrir los ojos, noté que estaba en el baño de su habitación.

Me quedé quieta mientras el salía del cuarto de baño, lo escuché buscar algo en un cajón y luego volvió con un frasco.

-Abre la boca.

-¿Qué... es eso...? - pregunté desconfiando.

-¿Desde cuando me cuestionas? - lo seguí mirando dudosa y él rueda los ojos -. Es algo que te devolverá el color, y la sangre.

Entre cerré los ojos aún más pero decidí que por primera vez... confiaría en él. Así que lo hice y sentí que cayó una gota en mi lengua.

-Sabe horrible.

Comencé a hacer muecas de asco habla par que tosía un poco y me daban arcadas.

-Me lo imaginé.

Escuché una risa de su parte... una de diversión, pero no como todas las anteriores... esta era más linda... más sana. Suspiré volteando mi rostro para no verlo pero me encontré con mi reflejo en el espejo. Me miré por unos segundo, estaba hecha un asco pero al cabo de un momento, mi color había vuelto y no se notaba ninguna marca o herida.

-¿De dónde sacaste eso?

-Una bruja. Ahora ven.

Sorprendentemente me tiende la mano, lo miré nuevamente dudosa y extrañada pero acepté su ayuda lentamente. Aún me asombraba todo lo que estaba haciendo por mi en estos momentos.

-¿Estás bien? - pregunté -¿Por qué te comportas tan... amable...?

Suspiró sin mirarme, tampoco me respondió y en cambio me dió una toalla y ropa.

-Dúchate, luego quiero verte abajo.

Asentí extrañada. Salió del baño y luego de la habitación, por lo que pude escuchar.

-Que extraño...

Murmuré mientras dejaba las cosas a un lado y entraba en la ducha, por fin pude quitarme toda esta suciedad y sangre de mi cuerpo... me sentí renovada y fresca.

***

***

-Ya... ya estoy aquí. - anuncié mi llegada tímidamente cuando llegué a la sala.

Erick se da vuelta, pero me quedé muda al ver una extraña expresión en su rostro que no pude descifrar... ¿o será culpa? ¿Tristeza? ¿Lástima? No tenía ni idea en realidad, pero me sobresalté cuando aparece frente a mi por su velocidad vampírica.

-Kia... - la presión del collar en mi cuello desaparece -. Yo te libero de ser mi Alma.

Abrí los ojos de par en par sin poder creer lo que estaba pasando. Erick y yo miramos el collar en su mano pero lo aprieta y lo baja antes de comenzar a hablar.

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