KIA

Capítulo 32

Fue suficiente el tiempo para que Brenda se vaya sin que la vieran y para que yo esconda el paquete bajo las almohadas, justo en ese momento entra Víctor de mal humor. Sin decir nada, él se acuesta en la cama.

-Hoy no estoy de humor... supongo que te salvas esta vez - suspiré aliviada.

Me acosté de lado dándole la espalda para evitar verlo, tenía miedo de que pudiera enterarse de que Brenda había venido o que encontrara el paquete.

Suspiré para calmar mis nervios y miré mis manos frente a mí, me quedé viendo las cadenas en mis muñecas pero también miraba las heridas en mi piel bajo las cadenas.

***

***

Para cuando abrí los ojos noté que Víctor no estaba, así que, me levanté, agarré el paquete de debajo de las almohadas y lo abrí encontrando unas llaves y un frasco con una nota.

"Esto la ayudará para recobrar sus fuerzas y la volverá más fuerte, pero dura solo unas horas. Tómelo cuando sea el momento adecuado.
Cuando quiera llamarme solo toque tres veces la pared del cabecero de la cama y llegaré lo antes posible.

Brenda."

Agarré las llaves y supe que eran para las cadenas. El frasco tenía un líquido gris en él, había poco, los guardé bajo la cama y toqué tres veces la pared como me había indicado Brenda en la nota. A los segundos la sentí cerca y luego entró en la habitación.

-Lo haré.

Cuando dije solo esas dos palabras su rostro se ilumina por completo, hasta creí ver nuevas lágrimas pero de alegría.

-Pero necesitaré tiempo, y que tú me ayudes con algunas cosas.

-Claro, en lo que usted quiera.

-Bien, lo primero que quiero es que encuentres a todos esos que quieran derrotar a Víctor, pero ten mucho cuidado...

-Claro.

-Cuando lo hagas, avísales que no intenten nada, ninguna otra manifestación, o sino los matarán a todos y eso no nos beneficia.

-Sí. ¿Algo más?

-No les digas que soy yo quien los ayuda, porque si se divulga que soy parte, las cosas empeorarán y olvida la idea de que podré ayudar.

-Está bien, y... gracias... de verdad.

-No hay porqué, ahora ve rápido que estoy empezando a oir a Víctor.

-Está bien, nos vemos.

Brenda sale de la habitación. Yo volví a acostarme y segundos después entra Víctor. Sentí cuando se acercó y cuando puso su mano en mi brazo y luego me mueve bruscamente consiguiendo que soltara un jadeo de sorpresa pero frunciera los labios.

-Hoy sí me apetece un poco de ti...

Muerde mi cuello de un golpe y baja las mangas de la camisa que traía.

-Mm... ¿A caso querías el olor de tu Mate...?

Lleva su mano al borde del cuello de la camisa de Erick, la agarra en un puño como si eso le diera rabia.

-Eso me molesta, así que no quiero verte con su ropa nunca más - rompe un poco la tela y yo puse mis manos frente a mi pecho pero él estira la cadena -. Vuelvo a verte con algo de ese imbécil, y tu castigo será peor.

Me sujeta el rostro con una mano apretando mis mejillas y acercándome a él.

-No pongas esa cara preciosa... o no podré resistirme a ti... te haré mía aunque no quieras.

De un golpe junta nuestros labios y comienza a besarme desesperado. ¡Era tan asqueroso... ! ¡Agh!