Capítulo 31

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Narra Kia

Me intenté levantar una vez más pero me era inútil, mi cuerpo estaba muy maltratado como para aguantar mi peso. Este sufrimiento era peor del que Erick pudo causar. Comparado con Víctor, el sufrimiento que Erick me causó no había sido nada...

Mis brazos temblaron y el dolor comenzó a hacerse notar, me dejé caer de nuevo en la cama. Miraba el cajón donde tenía oculto el frasco que me ha ayudado a aguantar todo este tiempo, pero no podía agarrarlo... aún así estaba muy lejos para mí.

-Señorita...

Sentí unas manos en mis brazos y me asusté moviéndome con brusquedad causándome dolor otra vez.

-Cálmese... no vine a dañarla.

No respondí, me la quedó viendo con desconfianza y miedo. Pero la chica va a la mesita de noche y saca el frasco del cajón. Se me acerca y me hace una seña para que cooperara. Abrí poco la boca y ella deja caer una gota del líquido allí.

-¿Se siente mejor?

Mi curación comenzaba a activarse y ser más rápido, las heridas más superficiales se curaron mucho más rápido ahora. Asentí agradecida.

-Vine a ayudarla... Todo esto es horrible, más para usted... no soportamos que Víctor y queremos hacer algo... -

Noté los ojos cristalizados de la chica quien agacha la cabeza y aprieta entre sus manos las mantas de la cama, suspira profundo.

-Todo era mejor cuando Erick era nuestro rey...

-Erick...

Era la primera vez, después de tanto tiempo, que hablaba. Mi voz era ronca y débil.

-Sí... él era un buen rey, solía tener sus momentos que se creía un adolescente pero era piadoso y comprensivo con nosotros.

La miraba y no podía creer que me estuviera diciendo que el mismo que me había tratado como una mascota, fuera piadoso o comprensivo...

-Cu..Cuéntame... - pedí aclarando mi garganta -¿Cómo era... Erick como rey?

-Nunca nos ha puesto una mano encima aunque seamos simples sirvientas, no nos ha gritado ni tratando mal... - ella sonríe con nostalgia -. Lo mismo con los demás del reino, los calabozos siempre estaban vacíos ya que él era justo con todos y nadie tenía la necesidad de cometer un crimen.

La escuché sin interrumpir.

-Todos éramos felices con él en el trono, aunque también, incluyendo a Erick, extrañabamos a Kristal...

-Pero... - tosí un poco -. Erick dijo que ella no salía para no lastimarse.

Ella niega.

-Desde que Kristal perdió la vista, ella se ha encerrado en su habitación porque así lo quiso ella misma.

La miré extrañada. ¿Erick me mintió? ¿Por qué lo haría?

-Le daba tanta vergüenza mostrarse, no le gustaba que la vieran con esa venda en los ojos y sin poder ver. No quería verse débil... aunque nunca se dio cuenta que eso no le importaba a nadie, solo querían que ella esté bien...

Suspiré. Sentí el olor asqueroso de Víctor y cuando miré a la chica ella también la había percibido.

-Tenga esto, la ayudará si necesita algo, yo también lo haré pero... por favor, sálvenos... sé que es pedir demasiado y no digo que lo haga por Erick, porque se como la ha tratado... pero hágalo por nosotros, por usted misma...

La chica me entrega un paquete pequeño y se aleja dejándome sorprendida por sus palabras.

-¿Cómo te llamas? - pregunté antes de que se fuera.

-Brenda.

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