Cute Mess (Brangie)

Parte 2

Brisa

Al día siguiente me encontraba en el despacho que mi padretenía en casa, el abogado de la familia había llegado temprano revisandopapeles e informándose de todo.

-Todo su capital este congelado por ahora. - dijo seriamenteviendo algo en su laptop.

-Y eso significa...

Me miro como si fuera tonta.

-No podes usar tu dinero. - me dijo.

-¡Mis padres trabajaron duro por ese dinero!- le dijemolesta.- Dios, mis padres no deberían estar pasando por esto. Por favor dígameque esto es una broma.

-Estoy hablando en serio, señorita Domínguez. - me dijolevantándose del escritorio y acercándose.

-Que... ¿Qué hay sobre nuestra mansión, nuestras compañías, miauto? - le dije llevando mis manos a mi rostro.

-Cuando dije "todo", me refería a todo eso también, señoritaDomínguez. - me dijo cruzándose de brazos.

-¿Entonces que podes hacer para ayudarnos?- le dijedesesperada.

-Nada. - dijo simplemente.

-¡¿Cómo que nada?!- grite confundida. ¡Sos nuestro abogado!

Me miro aburrido y empezó a recoger sus cosas.

-¡Saca a mis padres de prisión! Resolve esto. - le exigí. -¡Ellos son inocentes!

-Eso no es lo que la Oficina de Investigación y el estadopiensan. - tomo unos papeles y me los extendió. - La evidencia que tienen encontra de tus padres es bastante contundente.

No tome los papeles, me negaba a creer eso de mis padres.Pero en todo caso.

-Pero eres el mejor abogado en el país. - le dije.

-Lamento decírtelo, pero ya no podes permitirte solventarmis servicios más.

-Pero... pero todavía tengo que terminar la escuela. - tratede persuadirlo. - Si no tenemos más dinero, ¿Cómo voy a pagar mi matricula?

-Podes ir a la escuela pública. Es a donde yo fui.

Lo mire asqueada. ¿Yo yendo a la escuela pública? ¿Y misamigos?

Termino de tomar sus cosas y camino a la puerta.

-Lo siento, pero nuestros tratos concluyen aquí, señoritaDomínguez. - salió. - ¡Nada personal!

Pero yo lo seguí y lo alcancé en la sala de estar.

-Por favor, tiene que ayudarme. - en ese momento unoshombres empezaron a salir por las habitaciones cargando todo, muebles, cajas,estaban desmantelando todo.

-Espera, que caraj...- mire al abogado que ahora veía sucelular sin prestarme atención. - ¿Porque esa gente está moviendo nuestrascosas?

-Ah sí. - dijo despreocupado. - Todo lo que tu familiaposee, fue comprado con fondos ilícitos. Todo está siendo embargado por elestado.

-¿Incluso mis zapatos y ropa?

Rodo los ojos.

-De verdad lo siento, señorita Domínguez. Pero no hay nadaque yo pueda hacer.

Dijo y finalmente salió, dejándome sola. Esto era unapesadilla. Necesitaba que alguien me ayudara, necesitaba pedirles ayuda a misamigos.

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-Lo siento, Brisa. No podes quedarte aquí. - Ana me miraba avergonzada.– Con lo que está pasando con tu familia, mis papás no quieren involucrase.